sábado, marzo 20, 2010

¿Me quejo de todo?... No

Soy voluble, es algo obvio sabiendo de mi tripolaridad, hoy puedo decir blanco y mañana de un salto me paso a lo negro (tengo limites, jamás diré amarillo, o rosa, o naranja, o…), no lo veas extraño, aun ando buscando donde me quedo… (Karolina, contrólate), bueno así soy yo con las cosas superficiales, con opiniones o lo que se me ocurra.

Suelo quejarme de las personas, el universo, el sol (sobre todo el sol), y lo que me moleste en determinado momento, soy complicada, lo sé y así me gusta ser, no predecible, no un borrego más del rebaño, me gusta usar mi cerebro y odio sentirme parte de una producción en serie.

¿A qué me refiero?, a que si en un determinado momento si hay una gran cantidad de gente caminando hacia una dirección (lo cual suele aumentar mi sentimiento de borrego que sigue a los demás), soy capaz de tomar la dirección contraria aunque me aleje de mi destino (sé que podría verse algo tonto, pero en realidad no me gusta sentirme parte de una manada).

Ahora bien, cuando algo me molesta me quejo obviamente, pero si después lo veo de otra manera, la molestia queda olvidada (Es de sabios cambiar de opinión. Es de tontos no tener opinión. Ann cállate), de hecho no suelo acumular en mi cerebro cosas molestas del pasado (con las presentes tengo suficiente).

¿Por qué el rollo?, bueno Tiffa (no, no es otra voz, ella es de carne y hueso… al menos que sea una amiga imaginaría la cual he estado invocando desde hace cinco años), ella es lo más cercano a “amiga” que tengo, me entiende un poco más que los demás (siempre he pensado que está más loca que yo porque aún después de conocerme me sigue hablando) y con la cual suelo descargar mis quejas porque sé que no presta atención y sólo escucha (bueno, tal vez no lo hace, pero no importa), el punto es que yo puedo odiar ciertas cosas hoy y mañana tal vez ya no las odie o ya no tengan valor como para seguirlas odiando.

A cabo de darme cuenta de que mis quejas si las escucha, si pone atención y lo que no me agradó es que las adoptó también. Yo sé que bien se podría tomar como… ¿lealtad?, bueno, no me agradó, mis odios son míos, me refiero a gente que no me agrada ella optó también porque no la agraden, o peor, ya los detesta más que yo.

Pienso que si te va a agradar o detestar algo debe de ser por una opinión muy personal, no por las opiniones de los demás. Por ejemplo, yo tenía a una compañera en el CCH que odiaba el chocolate (lo sé, ¿qué persona sensata odia el chocolate?), bueno, era muy agradable y me caía muy bien, pero no por eso yo también comencé a detestar el chocolate (sería algo ilegal odiar el chocolate).

Tengo límites en mis cambios de decisiones por lo cual:

-Nunca hago lo contrario sólo por llevar la contraria, lo hago si la contraria me satisface, o bien no me causa ningún mal (lo de caminar al contrario no me daña, puede hacerme caminar de más pero eso es bueno ¿no?... ¿verdad que si?... El que calla otorga). No soy rebelde sin causa, considero los pros y los contras de hacer lo contrario y es aquí donde mi tripolaridad me agrada, pues puede encontrar terceras opciones… yo me entiendo.

-Jamás utilizaré colores que dañen la retina o llamen demasiado la atención, o se vean ridículos.

-Nunca dejaré de quejarme del sol, el me odia tanto como yo a él, y eso es algo fijo por siempre.

-De una disco a una biblioteca, siempre la biblioteca… nunca una disco… jamás una disco.

-Siempre decidir lo que me convenga, lo que pueda utilizar o lo que me ayude, (incluye relaciones exteriores, como saludar a los jefes (ellos son los que pagan), guardar silencio ante ciertas opiniones (no gritar en medio de la iglesia ya que los feligreses pueden organizar hogueras), “aparentar” escuchar (por lo regular platicas sin sentido o tontas), etc.) siempre que no dañe mi dignidad, persona o mente.

-Jamás odiaría el chocolate (a menos que sea amargo ya que es ilegal).

-Siempre aplicar el  “es mejor pedir perdón que pedir permiso”

-Nunca seré maldita, desleal, grosera o injusta con quien no se lo merezca (límites de La Voz y el hecho de que tengo complejo de justiciera demente), Will Smith (no prometo nada para Jada), y Johnny Depp.

-Respetar a quien se lo gane o lo merezca o muy muy muy inteligente que podría dejarme callada en menos de cinco minutos (incluye maestros malditos, ego centristas cerebritos (cuyo conocimiento quede probado por mí), y premios Nobel) y al Dr. House.

-Nunca olvidar o perdonar ofensas hacía mi o los que estimo.

Por último, y en general, tengo una personalidad tranquila, me gusta la paz y el silencio y la buena música, nunca haré cosas sin sentido o sin un objetivo, mi tiempo es muy apreciado y nunca lo desperdiciaré en estupideces. No deseo el mal o me alegro de ello si no me beneficia, a menos que esté relacionado con el punto anterior, por lo demás, cómo sea la vida de los demás no mi importa si no me afecta directamente.

Así soy y no me importa si me consideran loca, oscura, cerebrito, nerd, perdedora o lo que sea, es mi muy complicada tripolaridad lo que me separa de la gran manada que es la masa humana y lo agradezco, y apreciaría más que cada persona tuviera sus propios gustos y si por algún motivo coinciden con los míos, espero sean por diferentes motivos. Como diría Bunbury:

… lucharé contra todos los que digan lo mismo que yo
y no me contradigan…
…siento una simpatía natural y espontanea
hacia las cosas extraordinarias…

Lo último es cortesía de Karolina.

2 comentarios:

Ricardo dijo...

Aprende a apreciar a los que te aprecian, lealtad? no lo se, pero has pensado que solo trata de ver tu punto de vista, que por lo visto es dificil, jeje, yo se que no soy nadie para dar consejos ni nada por el estilo, pero un amigo es un tesoro inigualable y un largo etc..

Mar dijo...

Punto de vista?, me gustaría que fuera sólo eso, pero como bien dices es algo difícil de seguir y por lo tanto no se debría de tomar como verdad universal.