miércoles, abril 19, 2017

Sad Songs

En muchas ocasiones me he encontrado saltando canciones que soy incapaz de disfrutar, muy buenas canciones pero que traen recuerdos.

Alguna vez leí que si no podías escuchar ciertas canciones porque eran dolorosas era porque no habías madurado lo suficiente. No recuerdo de dónde viene está opinión pero me ha molestado desde entonces. Siempre me he considerado una persona libre de ataduras, no guardo cosas sin sentido, ni cartitas, ni envolturas de chocolates o notitas; yo no soy así pero en cuanto a canciones siempre se me forma el horrible hueco en el estomago al recordar los momentos en que las escuchaba.

Es como cuando eliges una canción como alarma del despertador, una vez que lo haces matas para siempre esa canción para ti y ya no la disfrutas plenamente. Todos nos condicionamos como los perros de Pavlov, por verlo de alguna manera. Esta situación no me hace particularmente feliz porque no puedo disfrutar de mis canciones como solía hacerlo.

En público no hay problema. Si la canción está de fondo y estoy acompañada no hay forma de que me haga sentir mal. Bueno, tal vez un eco de lo que las memorias evocan. Pero una vez sola, en la intimidad de mis audífonos hay notas que aún no soy capaz de escuchar o afrontar y me encuentro revolviendo en mi IPod tratando de encontrar algo que me aleje de ese estado incompleto en que las canciones me pueden dejar.

Me pregunto si no será algún asunto de inmadurez o de adhesión que me he negado a resolver.

Recuerdo aquellos tiempos en que me burlaba de las personas que hacían esto, que se ponían tristes o se dejaban afectar por melodías porque no podía imaginar que esto fuera posible, pero ahora, después de todo lo que he vivido me encuentro saltando canciones constantemente.

Hoy pensaba, mientras había salido una de estas canciones, que una parte de la razón es el eco del estado emocional en que me encontraba, cicatrices que permanecen aún, pero también creo que el malestar proviene de la incertidumbre, la incertidumbre de que en algún futuro, por lo designios del destino, se haga necesario volver a escuchar estas canciones, porque en algún momento volveremos a caer en estos estados emocionales.

Creo que yo lo hago por eso, porque no las he borrado y las sigo cargando en mi IPod, esperando el momento en que lo deje ir o el momento en que vuelva a ser necesario, como sea, creo que no hay forma de alejar estas canciones.

Mi consuelo es que son buenas canciones.

PD. Esto salió por la canción del vídeo.

martes, marzo 21, 2017

Treinta


Este año termina con la una lección que aprendí directamente de la imagen de arriba.

1-El Hombre duplicado - José Saramago. Quedé intrigada al saber que había la versión película con Jake Gyllenhaal; tenía curiosidad de saber cómo el filme habría captado la atmósfera soporífera que narra el libro, la vida tediosa y repetitiva de Tertuliano Máximo Alfonso (gran nombre, debo añadir), no me dejó decepcionada en esa parte. La fotografía ayudó mucho a crear ese sentimiento embotado que caracteriza a Tertuliano Máximo Alfonso hasta que se cruza con su gemelo malvado.El final del libro da para seguir imaginando todas las posibilidades que podrían ocurrir después de cerrar el libro e inhalar por última vez el olor de sus hojas; divagar por todo lo que puede ocurrir después es una excelente forma de cerrar una lectura como esta. Lo mismo me paso con Intermitencias de la Muerte. El final de la película te deja con otra sensación, algo cuando no crea posibilidades de descenderse, más bien te plantea un mundo de nuevas cuestiones, tantas que te das cuenta de que ese final está fuera del universo de la película, como una extensión de un drama completamente diferente, pero eso pertenece a otra queja.

2-El Arte de la Guerra - Sun Tzu. So much words, so much wisdom.

3-Siempre Alice - Lisa Genova. Sufrí éste libro tanto cuando leí Un Litro de Lagrimas de Aya Kitou, me enfermé con el libro al mismo ritmo que sus protagonistas. No me gustó la película pues creo que le robaron mucho sentido al libro, sin mencionar a la chica que simplemente no puede quitarse esa cara tallada en piedra, ¡Dios! ¿algún día veremos una expresión en ese rostro que no nos de flojera?

4-El Viento de Las Horas - Ángeles Mastretta. Publicación de un cuaderno de notitas que no tienen relevancia alguna, excepto para quien las escribió.

5-En Busca de Klingsor: lo sorprendente de Volpi es que aunque su escritura es, por decirlo de alguna manera, lenta, no aburre en lo más mínimo. La crudeza con que describe a sus personajes con fallas y defectos de carácter incluirían a la novela en un género que por lo regular no me gusta mucho, pero esta, a pesar de su realidad e injusticias impresas mantiene algo de la magia de contar una historia que empezó como búsqueda de una leyenda. Normalmente me sentiría defraudada cuando el misterio que da origen al título del libro no se revela ni se aclara un poco, pero creo que la sorpresa con la que termina el libro llega a la altura de haber develado el secreto.

6-El Mago de Oz - L. Frank Baum. Nunca creí que la verdadera historia estuviera tan llena de episodios negros escritos con tinta rosa.

7-Susurros - A. G. Howard. Primer entrega de una trilogía para adolescentes que trata sobre la descendencia de la propia Alicia del País de las Maravillas. Debo añadir que tras ser un libro para adolescentes que tiene un clásico triangulo amoroso entre el mortal del bien y conveniente y el malo peligroso que va tras los huesos de la simple pero especial protagonista tiene sus detalles fantásticos al describir el mundo al que entró la pequeña Alicia con otros ojos un poco más oscuros.

8-Pesadillas y Alucinaciones - Stephen King. Mr Stephen King, nunca me decepciona.

9-Los Gatos Guerreros I - Erin Hunter. 

10-Artemis Fowl - Eoin Colfer. I like it.

11-Memorial de un engaño - Jorge Volpi. Inicié la temporada de Amar a Jorge Volpi, mi segundo libro de él llegó al nivel del primero.

12-Kitchen - Banana Yoshimoto. Esta escritora tiene un no sé qué, que no sé qué me da. Sus libros siempre me llenan de malancolía, una melancolía buena, ¿me entiendes?, pero melancolía.

13-Tsugumi - Banana Yoshimotot. Estoy dispuesta a sufrir y disfrutar cada libro que encuentre de ella.

14-Cuadernos de Hiroshima - Kenzaburo Oé. Nada de lo que esperaba. En el mal sentido. Oscar Wilde decía que un libro sólo podía estar bien escrito o mal escrito, éste fue el segundo.

15-Una Serie de Eventos Desafortunados - Lemony Snicket. Sin comentarios, no soy capaz.

16-Los Gatos Guerreros II - Erin Hunter. Me sigue gustando.

17 - Los Borgia - Mario Puzo. Bueno, muy bueno.

18-Artemis Fowl 2, Encuentro en el Ártico - Eoin Colfer

19- The Strain - Guillermo del Toro y Chuck. Cuando lo tompe del estante no tenía idea de que era el título de la serie, pues en español lo llamaron Nocturna. Bah!

20-La Ciudad de los Prodigios - Eduardo Mendoza. Es el libro favorito de quién me lo prestó, pero nunca pude entender por qué, todo el tiempo estuve esperando a que la lectura llegara a un climax que nunca pasó. Describía la protagonista como alguien muy inteligente y así solamente lo tenías que aceptar: "Onofre Bouvila es un hombre inteligente" decía y nada más. En más de 300 hojas no hubo oportunidad para demostrar que Onofre era un tipo muy inteligente.

21 - Tr3s - Ted Dekker. Uno de los pocos libros en que no es posible discernir quién es el malo.

22. Cazadores de Sombras 2 - Cassandra Clare. Lo leí por la serie, o eso fue lo que me dije para leerlo. Ahora quiero leer el tercero y no tengo una buena excusa para hacerlo.

23- Artemis Fowl 3- Eoin Colfer. En este punto la saga comienza a ponerse seria.

24- Oscuro Bosque  Oscuro - Jorge Volpi.  Este autor comienza a posicionarse como uno de mis escritores favoritos. Este libro es tan negro y tan elegante!

25- Los Tipos Duros no Bailan - Norman Mailer. Este libro lo leía mientras escuchaba Jully Talk. Fue un complemento sonoro y literario increíble.

Y así cerré mi año, sumamente flojo.