Qué cansado es tener que huir del país de los sueños para evadirte.
Qué cansado es tener que aguantarme las ganas de taparme los oídos para no escucharte.
Qué cansado es tener que disimular ojeras cada mañana.
Qué cansado es mantener una sonrisa falsa.
Qué cansado es dejar de escuchar mis canciones favoritas.
Qué cansado es tragar el nudo en mi garganta cada momento.
Qué cansado es escribir palabras que nunca leerás.
Qué cansado es ignorar un dolor que mata.
Qué cansado es mostrarme fuerte.
Qué cansado es mostrarme indiferente.
Qué cansado es desviar siempre la mirada.
Qué cansado es mantener mi día ocupado.
Qué cansado es luchar contra la depresión.
Qué cansado es pensar en ti cada día.
Qué cansado es tratar de desaparecerte sin olvidarte.
Qué cansado es añorarte.
Qué cansado es extrañarte.
Ojalá algún día pudiera olvidarte.
3 comentarios:
Esto es nuevo..
Saludos
Uff!
Así es señorita... que cansado pueden resultar los momentos cuando se vive o más bien, cuando se "no" vive así
De hecho, Ricardo, todo lo contrario.
Eso es muy contrario ¿no?, Aike Art, pero muy cierto.
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