viernes, junio 18, 2010

Uno Grande

José Saramago (1922-2010)
Había una vez una chica incauta en una tarde de invierno que entraba a la gran Ciudad Universitaria distraída, iba leyendo los títulos de libros viejos de algunos puestecitos simples tendidos en el piso, cuyos tendedores parecían alumnos de filosofía. Fue la primera vez que leyó el titulo "Ensayo Sobre la Ceguera" y muy injustamente pensó: "¿Ensayo?, porqué leer un ensayo, éso suena a trabajo de escuela. Mmm, quizá se trata de un trabajo sobre otra obra titulada "Ceguera", si, debe de ser eso".

La Chica se fue pensando en el título del libro de pasta azul con blanco y una imagen borrosa por el frente, y con el nombre de José Saramago en la cabeza, una voz sin nombre le decía que ya había oído de aquel escritor, sin poder recordar exactamente en dónde y sin prestar más atención se olvidó de aquel encuentro.

Una semana después, un tipo se le acerca recomendándole el libro, e incluso se ofrece a prestárselo, ella lo ve con ojos de : Mejor busco otra cosa que leer (nadie dijo que la chica era lista), pero el sujeto le insistió, le dijo que valía la pena y la chica acepto guardando el libro en la mochila.

Al llegar a casa volvió a leer el título: Ensayo Sobre la Ceguera. "Un ensayo- pensó- no quiero leer el texto de un libro que se refiere a otro libro, mejor consigo el original" y lo botó en la cama sin hacerle mucho caso, pero aquella tarde no había mucho qué hacer y sin tener algo extra qué leer lo abrió y comenzó la lectura, que no abandonó hasta que el libro se consumió en menos de tres días.

El primer acercamiento a Saramago fue así, me gustó mucho y de ahí a investigar más sobre el autor y sus obras, son ellas algunas de las más grandes enseñanzas que me han sido útiles.

"Cuanto más te disfraces, más te parecerás a ti mismo"

Porque algunas veces tratamos de ocultar lo que somos realmente, y tan asiduamente ocultamos aquello que no nos gusta que dejamos más visibles nuestro defectos... me han dicho que es así, ya saben, el primo de un amigo de un conocido que vi una vez en un pueblito que ya ni me acuerdo dónde está.

"Sí, soy pesimista, pero yo no tengo la culpa de que la realidad sea la que es"

Aja, nada más cierto que la misma verdad, lo que lleva a la siguiente enseñanza:

"Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay"

He ahí la explicación por lo que nunca me conformo con nada, o por la que crítico todo, o simplemente una razón para quejarme de todo lo que me rodea a mis anchas con una excelente excusa y todo para salvar al mundo de la destrucción total ya que:

"El mundo nunca está contento, si lo estará alguna vez, tan cierta tiene la muerte"

Me enseñó a ver mi pasado de forma diferente:

"... Ese jardín encantado quizá haya sido para el niño feliz, el que está descubriendo el mundo. Pero quise sacar a la luz también al niño infeliz, al niño melancólico. Yo le digo a la gente: ¿Tu niño está triste?, Déjalo estar, está creciendo. Pequeñas memorias tiene un epígrafe que dice: Déjate llevar por el niño que has sido. Tengo tan presente a ése niño como si yo fuera por ahí llevado por él, de la mano"

Me ayudó con problemas existenciales, ya que me señaló dónde buscarme a mí misma... y a las otras:

"Como cualquier otro lector, o escritor me busco a mí mismo. Busco encontrarme en páginas, en ideas, en reflexiones, reconocer que somos algo más que esto que se presenta como "realidad", ése sigue siendo el mayor deslumbramiento"

En tiempos de necesidad y desesperación, ancia e histeria me dio el mejor consejo:

"No busques trabajo: Escribe"

Y cuando me pregunté cómo carajos iba a ser escritora...

"La literatura se hace escribiendo"

... Tonta Marcia.

Me ayudó con la decisión más difícil que he tenido que tomar en la vida, y cuyas palabras aún me inflan de valor para no dar marcha atrás y a apreciar lo que realmente vale cuando haces lo que realmente quieres:

"No he sentido jamás la necesidad de un triunfo, la necesidad de tener una carrera, la necesidad de ser reconocido, la necesidad de ser aplaudido, no lo he sentido jamás en la vida. No he hecho en cada momento nada más que lo que tenía que hacer, y las consecuencias han sido estas, podrían haber sido otras."

Dijo (por lo menos en mi cabeza): Hey Marcia, evita la amnesia, nada de "yo no me acuerdo" o "yo no fui" o mira que te vuelves un fantasma eh!!

"Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no deberíamos existir"

Si cada cabeza es un mundo, y tu defiendes tu mundo entonces no malgastes saliva, vive tu realidad y deja que los otros vivan la suya, nada de complejos de Colón o Hittler o Napoleón:

"He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro"

No te prendas de nada ni nadie, todo se acaba o termina apartándose o simplemente desaparece:

"No hay en el mundo nada que, en sentido absoluto, nos pertenezca"

Me enseñó que uno puede permanecer joven si se quiere:

"La vejez empieza cuando se pierde la curiosidad"

Todo ameno, de todo un poco, nada de alargar las cosas innecesariamente:

"Algunas veces, las vidas largas significan soledad"

Que el verdadero resultado de uno más uno no es uno ni dos, sino TRES:

"En un matrimonio hay tres personas: el hombre, la mujer y la tercera persona formada por las dos"

Y ya que andamos de esplendidos, porqué no meter cuatro o cinco... a decisión propia.

Un gran maestro sin duda, sus grandes obras, sus conferencias, sus platicas, son de incalculable valor y como uno de los mejores maestros no sólo de literatura, si no de vida, aquí se le va a extrañar.

PD. Si les interesa algunas enseñanzas en diferente enfoque, aquí. 

1 comentario:

Ricardo dijo...

No se que decir de Saramago, en realidad lo conoci poco, de el solo he leido "Las Intermitencias de la Muerte" Y si, me gusto, y algo habra dejado en mi, lamento su muerte, pues se que fue un grande.
Saludos