martes, julio 27, 2010

Consejos

-No juegues- dijo de inmediato Hermione.
-Diles que estas enfermo- añadió Ron.
-Finge que se te ha roto una pierna- sugirió Hermione.
-Rompete una pierna de verdad- dijo Ron.

Sí ya sé, obviamente ya adivinaron qué libro acabo de leer, pero Rowling despierta mi imaginación y me preguntó qué tantos buenos consejos he dado y he recibido a lo largo de mi vi... bueno, a lo largo de lo que mi mente puede recordar ahora antes de salir a comer.

El primero que se me viene a la mente es el del volado,  que le dí a mis Sista hace unos cuantos post, veamos...

Mmm, no, pues creo que antes de comer como que no tengo memoria, eso o de seguro los consejos que me han dado ni siquiera los he escuchado, eso puede explicar mucho de mi suerte. Vaya, me preguntó que buenos consejos me he perdido a lo largo del camino, y aunque creo que no soy rebelde a lo tonto, el simple hecho de que alguien tenga poder sobre mi vida como que me bloquea, me protejo de influencias.

Sí, sí, algún sabio dirá que los consejos son buenos, pero a ver, hagan entender eso a alguna de mis otras yo... ¿ya la escucharon?, Ann ya mandó al carajo al que se atreva. Soy bien irracional.

¡Ajá!, miren lo que son las cosas, se acuerdan de aquella situación que suele ocurrir que cuando buscas algo encuentras algo que no estabas buscando, bueno acabo de recordar un acto reflejo: Cuando alguien me dice princesa, suelo responder automáticamente "Princesa tu madre, cabrón"

Oh sí, yo la señorita buenos modales, la mujer que no dice groserías porque se ve muy feo y se sienta con las rodillas juntas como buena niña tengo ese reflejo, yo lo adjudico a que odio los clichés que se le asignan a la mujer, como ese de que una debe de estar en la cocina, creo que por eso odio con toda mi alma cocinar... por eso y por que lo que cocino aunque puede ser comestible y no mata, puede saber al más cruel de los venenos jamás inventados.

¿Qué tiene que ver esto con los consejos?, ah, pues para un futuro, te aconsejo que no me digas "Princesa" si quieres una contestación educada. ¿Qué cuándo me llamarían princesa?, pues se puede dar ¿no? ¡Carajo, Ann!, ¿tienes que verle un pero a todo?

Bueno, continuando con el desvío del tema del post que al final ya no tiene qué ver con el título, les aconsejo que lo vean como una caja de bombones a lo Forest Gump, puedes tratar de adivinar de qué se tratará el escrito al principio, pero no sabes qué es lo que encontrarás en él. Sí, la vida es una gran e inmensa sorpresa.

¿En qué estaba?

Vaya, otra cosa que acabo de recordar. Hace ocho días planté a un sujeto a la salida del trabajo, hice una cita y no lo esperé, pero como La Voz jode con eso no voy a disculparme, obviamente porque él no lee el blog, así que sólo voy a justificarme:
-A los diez minutos que había concertado la cita me llamó Tiffa para verme con ella en otro lado por que el fin de semana me había quedado con... bah, ¿qué rayos importa?, el punto es que le urgía verme e invitarme a cenar, así que preferí irme.
-Durante la concertación de la cita, el sujeto planteó sus límites de tolerancia (15 minutos), pero NUNCA hablamos de mis límites de tolerancia. ¿Cuánto tiempo se considera racional esperar a alguien a quién no he visto en mi vida y nunca he hablado directamente? Ya sé que ese era el objetivo de la cita. Ni modo.
-En una primera conversación por teléfono mencionó la palabra "enamoramiento", para mí eso es un mal augurio.
-Olvidé su nombre en cuanto lo pronuncio (sólo se me quedé con la inicial "R", si es que no me equivoco, lo cual era muy probable), por lo que no pude buscarlo después para aclararle la situación, sin contar que no lo ubicaba anteriormente.
-Lo hubiera dejado pasar como hago con todo lo que no me afecta directamente, pero por azares del destino, traducido a que su amigo me gritó ayer y casi me lo pone enfrente para que lo conozca ya lo ubico, desde entonces estamos jugando a los coqueteos, pero aclaro "Sólo porque estoy aburrida", ya saben, esos coqueteos de primaria: las miraditas, los visitas a personas cercanas a mi oficina (más de las normales... un momento ¿anteriormente lo hacía?, Who Knew?), y sin contar el montón de amigos que me ven casi diciéndome porqué no le hablo al susodicho.
La Voz me incita a que le hable y le de una explicación, ah, pero bendito orgullo. Ann no deja de decir "Que él hable primero". Ya sé que yo lo plante, pero en verdad ¡son tan sensibles!
¿Saben qué le aconsejaría a Rob?: ¡Hablame!
PD1. Para ser una persona muy segura de mí misma me cuesta mucho hablarle a nuevas personas, pero creo firmemente que me ayudaría que dejaran de tratar llamar mi atención con el "shh, shh", en verdad me exáspera.
PD2. ¿Ven como al final esto sí se trataba de consejos?

2 comentarios:

Horacio dijo...

Me hizo acordar a una frase que escuche junto a otra: "El sabio lo conoce todo, el astuto a todo el mundo". La pertinente al post rezaba "Muchos reciben consejos pero solo el sabio los aprobecha"... Ahora que me acuerdo habia una tercera, pero no tiene nada que ver. Igual, a quien le importa, eran frases agradables jaja: "El cobarde no escapa de su adversario, sino de si mismo"

Mar dijo...

Hola Horacio, saludos.