lunes, enero 31, 2011

Fiesta Aburrida

¿Qué se puede esperar de una fiesta donde no hay alcohol? Nada bueno, obviamente, pero ¡qué rayos!- me dije- tengo hambre, solo voy a comer mientras crítico a los asistentes con Lizzie, si tenía suerte quizá vería a mi prima y tal vez nos fuéramos a beber a su casa.

Estos fueron mis pensamientos mientras cambiaba de sala en la biblioteca, porque mi área que al principio estaba desierta no tardó en ser inundada por cinco jóvenes que se instalaron a leer y me miraban furtivamente cada tanto.

Si mis planes se iban al carajo, como siempre me suele pasar, ya llevaba en la mochila un libro para entretenerme.

Cuando iba a mitad de camino me marcó Tiffa para ir a comer. Opción que no hubiera despreciado pero ya era tarde, ya iba en la combi (D.F.: micro, metro ; Edo.: combi) además de que ya me había resignado a ver a un motón de extraños.

Llegué y Lizzie me recibió y condujo a la mesa donde ya estaba mi madre. No había música (lo cual puede considerarse bueno debido al horrible gusto de la prole), el espacio era reducido y todos los presentes voltearon a verme. Genial, me gusta ser el centro de atención tanto como a House le gusta ser amable. Nada qué ver.

Entonces me percaté de que la concurrencia estaba en su mayoría conformada por niñas fresas, alguno que otro emo y efebos pos-adolescentes por lo que me dediqué a bromear con Lizzie sobre las vestimentas. No me miren así, las opciones para pasar el rato eran  criticar o dejarme llevar por la gran tentación de organizar algún mitín u hoguera ritualista para danzar tomados de la mano. Creo que mis instintos wiccanos crecen en cuanto olfateo cristianos a mi alrededor, quizá sólo se trate de tendencias suicidas inconscientes.

Entonces en la siguiente mesa sale una melodía reconocible, una de mis favoritas e inconsciente dirijo mi mirada hacía aquella dirección, me pareció una gran coincidencia, sonaba Toxicity de SOAD y el tipo era un clon bastante decente de Daron Malakian, me le quedé mirando sin ser consciente de que él también me miraba. ¿Qué hacer? Soy bastante fácilota cuando alguien demuestra tener un gusto musical decente y una demencia notable. Lástima, tenía a una fulana a su lado que al darse cuenta de mi mirada comenzó a llamar la atención de Daron.

La melodía terminó y yo pasé a la sala para evitar tentaciones pues al parecer mi complejo "manzana de la discordia" está a niveles críticos desde hace un año y a un efebo de mi mesa le dio por ser el siguiente musicalizador de la tarde y puso reggaeton, si no quería comenzar una masacre con la botella de coca vacía que tenía en mis manos era mejor huir. En la sala estaba mi padre y tras ver que teníamos una opinión bastante similar sobre las fiestas sin alcohol me puse a leer.

Lo bueno: Para el próximo fin de semana habrá una reunión familiar bastante decente, es con la familia de mi madre en donde las bebidas etílicas son cosa hecha.

Lo malo: Escuché durante una hora todas las versiones habidas y por haber de "Las mañanitas"

La costumbre: Sigo siendo la variedad de las reuniones. Mientras estaba en la sala con mi padre mis opiniones divirtieron mucho a un primo que casi no trato y es que es esa maña de hablar irónicamente la que divierte a todo el mundo. Sin duda un objetivo de mi vida se ve realizado, ahora podré dormir tranquila.

PD. Sigo sin agenda. Obviamente.

2 comentarios:

Guerrero dijo...

Que mal momento pero que bien que tenías alguien con quien sufrir...

saludos

Mar dijo...

Sí, aunque mi padre no es el compañero ideal para aquellos momentos.