Y me encontraba sentada en las escaleras del metro para no entrar en pánico. ¿Cómo llegué ahí?, no es que haya dejado todo para el último momento, pero la verdad es que dejé todo para el último momento. ¿Cómo me atreví a hacerlo? No fue mi culpa y ésta vez es verdad.
Verás, yo me hubiera prevenido con el regalo si se consiguieran calaveras a finales de Septiembre y principios de Octubre, pero no. No había jodidas calaveras en esas fechas. ¿Es mi culpa? Obviamente no. Lo busqué toda la semana. Lo juro. Pero no encontré un jodido puesto.
Me confié que en CU encontraría.
El jueves fue la inauguración de las ofrendas en las islas y por lo regular hay puestos donde se pueden encontrar aquellas figurillas dulces de temporada, pero resulta que las únicas calaveras que vendían eran de amaranto y eran mini. Igual y me hubiera conformado con comprar una docena, envolverla y ya, pero precisamente el miércoles me encargaron que guardara tres regalos para el intercambio y uno de ellos es una jodida hada de medio metro de pasta, no de chocolate (lo comprobé). Con eso explico mi punto anterior.
Estaba jodida, pero con optimismo, eso sí, porque ¡Qué rayos! la inauguración estuvo genial, me desgañité cantando/gritando el Goya cada cinco minutos durante mi recorrido por las ofrendas, y déjenme decirles que en verdad amo la universidad. Incluso había bastantes turistas disfrutando del espíritu mexicano, pero más que nada, universitario, porque en Roma hay que cantar el Goya a todo pulmón... o algo parecido.
Al final terminé por ir a Wallmart y comprar algo que parece una canasta con dulces, morada y negra. ¡Vaya!, mi mexicaneidad me gana ¿cierto? Todo bien tradicional.
El intercambio estuvo pésimamente organizado, se hicieron pelotas y más de uno se quedó sin regalo (losers), pero aquello no fue lo peor.
Comenzaron a dictar el intercambio por lista, eso se admite aunque luego ya no sabían a quien ya le habían dado y a quién no. ¿era tan difícil seguir la cadena?, pero bueno, lo malo fue cuando decidieron que era navidad y comenzaron a exigir abrazo. Yo grité quejándome, y en la parte en la que decía: "... no es navidad, sólo es una estúpida calavera de chocolate" había tal alboroto que nadie me escuchó, lo bueno porque esas cosas no se dicen en voz alta, te tachan de amargado o apático. Igual creo que ni me importa.
Bueno, me importaba no dar abrazo. Yo no soy de las que abrazan. Por lo regular puedo reaccionar de forma violenta ante desconocidos por un viejo trauma, pero como salía temprano decidí calmar mis instintos homicidas (además de que no llevaba el lapicero conmigo) y negarme rotundamente como disco rayado.
Dí mi regalo y no dí abrazo, pero cuando tocó que me dieran, el tipo que es de seguridad, me sostuvo la mano sin soltármela hasta que hizo que me bajara de las escaleras y los aullidos no se hicieron esperar. Siempre me pasa, es como si creyeran que doy manos de recuerdo, como si pudiera cortármela y dejárselas (algunas veces me dan ganas de hacerlo sólo para escabullirme más rápidamente) Bueno, el tipo me cae bien, así que supongo que no estuvo tan mal. D'oh.
Me dio una bruja sobre una calabaza, obviamente hoy va a dejar de existir, la voy a devorar para ver si obtengo su sabiduría y conocimiento ante la ingesta de su cuerpo mortal, además ¿ya mencioné que es de chocolate y yo podría ser adicta al chocolate?
PD1. Gracias Universo por no defraudarme con el frío esperado por estas fechas. Y qué si me levanté hoy a horas inhumanas y me estaba congelando en la regadera, las maldiciones no iban en serio. Me congeló deliciosamente.
El intercambio estuvo pésimamente organizado, se hicieron pelotas y más de uno se quedó sin regalo (losers), pero aquello no fue lo peor.
Comenzaron a dictar el intercambio por lista, eso se admite aunque luego ya no sabían a quien ya le habían dado y a quién no. ¿era tan difícil seguir la cadena?, pero bueno, lo malo fue cuando decidieron que era navidad y comenzaron a exigir abrazo. Yo grité quejándome, y en la parte en la que decía: "... no es navidad, sólo es una estúpida calavera de chocolate" había tal alboroto que nadie me escuchó, lo bueno porque esas cosas no se dicen en voz alta, te tachan de amargado o apático. Igual creo que ni me importa.
Bueno, me importaba no dar abrazo. Yo no soy de las que abrazan. Por lo regular puedo reaccionar de forma violenta ante desconocidos por un viejo trauma, pero como salía temprano decidí calmar mis instintos homicidas (además de que no llevaba el lapicero conmigo) y negarme rotundamente como disco rayado.
Dí mi regalo y no dí abrazo, pero cuando tocó que me dieran, el tipo que es de seguridad, me sostuvo la mano sin soltármela hasta que hizo que me bajara de las escaleras y los aullidos no se hicieron esperar. Siempre me pasa, es como si creyeran que doy manos de recuerdo, como si pudiera cortármela y dejárselas (algunas veces me dan ganas de hacerlo sólo para escabullirme más rápidamente) Bueno, el tipo me cae bien, así que supongo que no estuvo tan mal. D'oh.
Me dio una bruja sobre una calabaza, obviamente hoy va a dejar de existir, la voy a devorar para ver si obtengo su sabiduría y conocimiento ante la ingesta de su cuerpo mortal, además ¿ya mencioné que es de chocolate y yo podría ser adicta al chocolate?
PD1. Gracias Universo por no defraudarme con el frío esperado por estas fechas. Y qué si me levanté hoy a horas inhumanas y me estaba congelando en la regadera, las maldiciones no iban en serio. Me congeló deliciosamente.