Bien, es oficial, ya puedo sobrevivir sola, pues acabo de deshacerme de una cucaracha de un metro de largo. Solita. Yo. Bueno, también la cucaracha estaba sola pero ese no es el punto, el punto es que solucioné el gran problema. ¿Y qué si me tardé una hora decidiendo qué hacer?, ¿y qué si estaba a punto de no bañarme para no tener que enfrentarla?, lo importante es que al final lo hice con gritos y maldiciones en cuatro idiomas, miles de escalofríos y estremecimientos. ¡Bien por mi!
Ya pasó el trauma que traía ayer. Quizá ahora no esté cantando Oh My God de los Kaiser como me prometí hacer en la primer semana de mi mudanza, pero en su lugar esta Panic! At The Disco con That Green Gentleman. Creo que es perfecta, y es que después de que todos me preguntaran si me encontraba bien y que mi respuesta "Sí, gracias" se oía tan falsa como cuando dije que algún día leería la Biblia completa concluí que en verdad me veía mal.
Ayer también escuché algo que equivaldría a ver la aurora boreal si hubiera sido algo apreciable, pero fue más como comprobar que hay vida en el desierto del Sahara, es decir, es interesante pero no importante, por lo menos para mí. Mr Collins decidió aparecerse de nuevo por mi oficina para invitarme de nuevo a salir y negarme (síp, adivinaron) de nuevo.
Mr. Collins: ¿Alguna vez has usado vestido?
Yo: Hace muchos años que no... bueno, no tantos.
Mr Collins: (sonrisa tonta) Te invito a cenar y te pones un vestido.
Yo: (mirada WTF?) No, gracias. (cara ahí-vamos-de-nuevo)
Mr. Collins: Voy a seguir insistiendo.
Yo: Adelante.
Mr. Collins: (en el minuto de iluminación) Sí, adelante, sigo haciéndola de pendejo.
Yo (encogimiento de hombros y sonrisa de confirmación)
Primera vez en que le doy la razón.
Me dio risa que él solo, por fin, se diera cuenta y es que acepto que soy muy maldita en esas circunstancias porque simplemente ignoro a las personas que no me agradan, como si no existieran pues cualquier intercambio verbal deriva en algo totalmente desesperante. Ahora siendo sinceros y conociéndome, si yo me tratara de ese modo ni hacía el intento de hablarme, pero Damnit! i love me... .
De camino a mi nuevo domicilio me encontré con una par de mujeres mayores que me recordaron la película de Arrastrame Al Infierno que apenas vi éste fin de semana (la vi porque Tiffa dijo que estaba graciosa), una de ellas se paro justo a lado de mi asiento por lo que decidí cedérselo antes de que me arrancara un botón... o sierre o lo que fuera y me maldijera, igual y era pura paranoia, pero por si a caso. De todos modos se negó diciendo que iba a bajar pronto, aunque yo bajé antes que ella. No fue miedo, fue mera precaución.
Como ahora me queda más cerca el trabajo de la casa y de Tiffa quedé en reunirme con ella al finalizar una de sus clases y terminé entrando a una donde el profesor me preguntó si había entendido lo explicado, afortunadamente aún recuerdo algo de mi curso de álgebra lineal y no me sentí tan perdida aunque debo confesar que oí un rechinido bastante molesto dentro de mi cabeza.
Durante la clase hablaba con Tiffa de mi reciente depresión pstmudanza. Yo andaba con mi cara toda tristona y a la mujer se le ocurre decirme:
¿Y qué?, ¿te vas a cortar las venas... o te las vas a dejar crecer?
Creo que eso fue lo que me quitó mi depresión y desde ése momento ya no me da por querer llorar cada vez que alguien me pregunta cómo estoy, a parte de que ahora mi prioridad es aprenderme cada Twit escrito por Tiffa pues reprobé fatalmente en examen sobre ellos que me hizo durante su clase y al final resultó que la depresiva fue ella.
En mi defensa aseguro que los leo todos, sólo que en esos instantes no tenía cabeza para mucho, a parte de que me siento tan cansada y aún así me encuentro escribiendo, porque éste post está siendo creado a las 12:30 hrs.
Por cierto, conocí a uno de mis vecinos, el joven se quedó conmigo mirando el final de Las Aparicio y no pude evitar pensar que era la copia barata de Dioni, el vecino gay de Tiffa pues a leguas se ve que es gay aunque su acento se oye algo forzado, ojala sea tan agradable como Dioni.
4 comentarios:
Pobre señor Collins, seguramente estuvo estudiando esa táctica durante dos semanas, que alguien te rechace una invitación a cenar debe ser duro, debió haber cambiado la estrategia por la siguiente:
Mr. Collins: ¿Tienes un vestido de fiesta?
Marcia: Lo que no tengo es una fiesta
Mr. Collins: Pues te ofrezco las dos cosas
Acto seguido aparece detrás de él un mayordomo ingles portando la caja de un vestido de Yves Saint Laurent
Marcia: Incluso pese a lo generoso de su ofrecimiento deberé rechazarlo
Mr. Collins: Voy a seguir insistiendo
Marcia: Bien, aceptare el vestido
Mr. Collins: ¿Y que hay de la cena?
Marcia: Usted quiere demasiado, ya le estoy ofreciendo un favor, no debería de pedir dos, eso es de muy mala educación
Mr. Collins: (en el minuto de iluminación) Sí, adelante, sigo haciéndola de pendejo
Marcia (Sacando el vestido de la caja y sonrisa de confirmación ) ¿Ha dicho algo?
Bueno tal vez no XD…
Espero que todo el proceso de la mudanza no fuese tan agotador, que fortuna vivir mas cerca del trabajo y de tu amiga.
Ten un buen fin de semana
Esa estrategia hubiera sido más divertida, Zadig, pero creo que hubiera sido más factible aceptar la cena que el vestido.
Genial el dialogo.
La mudanza fue un desastre dentro de un desastre mas grande, pero casi puedo ver el final, igual, me siento satisfecha.
A la otra que te invite Mr. Collins dile que te ayude con la cucaracha del baño y a ver si se atreve.
Que bueno que vayas viviendo mejor sola, si no prende a Discovery y ve a prueba de todo o en el peor de los casos y así será menos difícil la vida.
saludos
Gracias por los consejos, Guerrero. Veré cuál es el que mejor me conviene.
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