Durante el transcurso de la última mitad de la semana pasada se me han presentado misterios que no he podido resolver, por lo cual pienso hacer lo de Dumbledor y usar mi pensadero. Wait! No tengo un pensadero. Creo que tendré que conformarme con el blog.
Misterio #1: Me duelen mis piernas como si hubiese hecho ejercicio.
Misterio #2: Un deposito bancario inexplicable (aclaro que no me estoy quejando, sólo tengo la duda)
Misterio #3: Inexplicablemente el calendario, la agenda y mi memoria no coinciden.
Misterio #4: Al parecer tengo la habilidad de convertir a los extraños que conversan conmigo en psicólogos. Todos terminan psicoanalizándome y formando teorías sobre mi forma de ser.
Ahora veamos. Las cosas estuvieron así:
A media semana se hizo necesario hacer un reporte sobre mis gastos semanales para comprobar que no hay fugas inexplicables en mis fondos monetarios y que la falta de estos es por mi muy-nada-sabio-hábito-gastador-compulsivo-excesivo.
Empecé por tomar un papelito y hacer anotaciones, pero lamentablemente me dí cuenta que mi memoria fotográfica está tan desarrollada como mi personalidad. Me refiero a qué no tengo idea de cómo funciona, en ella hay datos específicos y exactos de cosas innecesarias, recuerdos no agradables, odios nada productivos y demás cosas que sólo se ven en un desván. Mi memoria selectiva no me agrada.
Uno creería que con la ayuda de la agenda, calendario e incluso con notitas en el Twitter y post en el blog sería suficiente para estimular los recuerdos en mi memoria. Soy una ingenua.
Durante dos días y hasta la fecha aún hay lagunas mentales que me impiden hacer un balance 100% confiable.
El viernes hice la cita con Tiffa para cuando terminarán sus clases, porque sí, así como lo oyen, la mujer que dice que soy la más rara de las dos programó una clase para los sábados, la misma que el día de ayer envolvió sus pesos en el tiket del cine porque se le caía dentro de la sala. Al parecer no sabe que dentro de estas está prohibido dejar propinas en el suelo para la gente de limpieza. Al parecer desconoce las carteras y/o monederos para mantener su capital en un lugar a salvo; como sea, el punto es que dicha cita fue a horas madrugadoras e irracionales para un sábado.
Cuando llegué a CU no había pumas y con el riesgo de llegar tarde me decidí por el caminar un poco. Me sorprendí disfrutando el caminar por CU. En el camino vi una desviación, la cual en los años de mi estancia en la universidad nunca lo había explorado, y tratando de encontrar un atajo me encontré con un camino sin salida. No me preocupe, pues sólo tenía que volver sobre mis pasos, pero se me olvida que el sentido de orientación no se instaló correctamente en mi subconsciente, y hasta que un ciclista estuvo a punto de arrollarme me oriente. El ciclista apuesto me sonrió. Lástima que cuando se me ocurrió sacarle una foto ya se había ido.
Me senté a esperar a Tiffa para que se reuniera conmigo y fui consciente de lo mucho que extraño a la facu, fui consciente que aunque la extraño no me arrepiento de mi decisión, fui consciente de un tipo con gorro que me miraba a lo lejos pasó varias veces frente a mí y me intimido cuando sacaba fotos del edificio y de un árbol en el pasillo.
Después de cumplir con algunas diligencias nos fuimos a desayunar y al cine, en donde tardamos bastante para organizarnos y elegir función. Al parecer últimamente hemos hecho a un lado nuestra actividad de ir al cine, creo que asignamos más prioridad a las necesidades etílicas lo que derivó a que se nos juntaran varias películas que esperamos ver, el problema del tiempo y monetario nos impedían a elegir la función y después de cambiar tres veces de película nos decidimos por Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres. Muy buena y muy recomendable. Confieso que no he leído los libros, sólo el primer capítulo del primero y de verdad se me hacen muy buenos.
Mientras esperábamos la función nos fuimos a dar un breve paseo, durante el cual por mera curiosidad se me ocurrió revisar mi estado bancario, sólo quería comprobar mi nivel de pobreza cuando me dí cuenta de un deposito inexplicable.
El hecho de llegar a tales conclusiones se debe a que el viernes en la noche yo había hecho un retiro, sabía cuánto tenía y para el sábado en la tarde ya estaba el deposito. Con el uso de mi lógica llego a la conclusión de que mis brujerías de hace meses están haciendo efecto ahora.
Lo demás no fue nada fuera de lo común y acostumbrado como para explicar el misterio #1.
Hoy desperté toda resacosa con unas ojeras que ocupaban gran parte en mi rostro, lo bueno es que Tiffa y mi Sista se apiadaron de mi tan deplorable y penoso estado que me ayudaron con mis quehaceres. Desgraciadamente mi mejoría vino después de que mi intento por mantener lo de mi estomago dentro fallara, pero bueno, después de lavarme la boca durante media hora me sentí mucho mejor. Ahora sólo me queda resolver los misterios arriba señalados... y añadiendo otros:
Miesterio #5: Nunca en la vida me había sufrido de la resaca, y ahora les puedo decir que no es nada agradable. Tengo la duda de si será algo ya común o fue un incidente aislado. Por simple conocimiento tendré que repetir la experiencia para ver si los resultados son los mismos. Como conocedora del método científico, obviamente tendré que repetirlo varías veces. ¡That sounds good!
Misterio #6: ¿Porqué sigo escribiendo en vez de dormirme, considerando que estoy toda desvelada y en unas horas tengo que trabajar?
2 comentarios:
Haha, si, arriva el metodo cientifico experimental!
Suerte con ello, y puedo sugerir, como parte de tu experimento, probar otras variables, como el tipo de bebida?
Saludos
Qué buen consejo, Ricardo; lo que obviamente da mas casos para su estudio. Todo sea en el nombre de la ciencia.
Saludos.
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