martes, mayo 17, 2011

Lagrimas

Hoy mis pensamientos tienen olor a café. Incluso, creo que si fueran comestibles sabrían a Mokaccino o algo así.

... Y entonces me puse a pensar:

"¡Es tan misterioso el país de las lagrimas!"

Y complicado. Por un lado está el que el llanto puede significar debilidad, por el otro una gran fortaleza, porque muchos piensan lo primero el llorar cae en lo segundo.
Yo he estado en ambos lados. Oh sí, Marcia, la que no tiene sentimientos, la que tiene la misma sensibilidad (para con el llanto) lo mismo que el muro de Berlín en el Holocausto alguna vez fui muy sensible, curiosamente en aquellos tiempos me enojaba conmigo misma por ser tan débil, porque eso significaba el llanto en esas fechas; ahora creo que sí es un signo de valor. Creo que el punto es llevarme la contraria.

No me vayan a malinterpretar, me refiero al llanto sensible, aquel rasgo humanitario por desgracias o alegrías propias o contagiadas, porque muy a parte es el llanto de impotencia, enojo o cualquier otro sentimiento diferente a los primeros mencionados.

¿Cómo es que dejé de ser una llorona corpórea?

A decir verdad no lo recuerdo exactamente, creo que fue en el transcurso de muchas situaciones difíciles donde si me doblaba solo un poco la marea me arrastraría,  hasta llegar al momento en que tenía que mantenerme firme no solo para sostenerme, también para sostener a los demás. Se presentarion situaciones en que todos necesitaban de alguien con la suficiente entereza para seguir avanzando y creo que inconscientemente acepté el gran peso y la responsabilidad de ser aquel muro de la presa.

Y entonces me di cuenta de que cualquier situación la "sentía" con la cabeza en vez de sentirla con el... ¿alma?, ¿corazón?, bueno, con lo que regularmente se supone se deben de sentir las cosas, y fue tanto el auto-control que se salió de control (Ah, de nuevo las ironías) y una noche donde podía sentir mi viejo vacío (Cloud) e intentar exorcisarlo mediante el llanto fui incapaz de hacer rodar una lagrima. Me convertí en un ser implosivo.

Y todo este rollo ¿Por qué? se preguntarán ustedes.

Nada, simplemente es mi lado filosófico. No es que esté triste o de nuevo haya caído en el rollo emo. Si mi lado filosófico parece triste  pues no es mi problema y desde este momento me deslindo de cualquier relación que se pueda suponer. De hecho no voy a decir algo más sin mi abogado presente.

4 comentarios:

Lobita Nocturna dijo...

A veces eso pasa. Es como si el mecanismo que te permitiera llorar se dañara y permaneciera en suspenso por laaaaargo tiempo... lo malo es que creo que se va al estómago >.<

Mar dijo...

Buen punto, Lobita.

Alex Kim dijo...

Me gusta este lado filosofico es exhuberantemente debrayante y fresco ( :


Un abrazo.

Mar dijo...

Sobre todo debrayante.