martes, abril 26, 2011

Feliz Cumple, Bro

Extraña y curiosamente hoy no voy a hablar sobre mí, sino de una de las personas que hicieron posible que yo esté aquí. Unos pueden llamarlo mi tutor, mi maestro; mi mentor sería muy adecuado, pero en realidad es mi Bro.

El primogénito de una familia pequeña, hermano mayor de dos hermanas, las personas más diferentes y extrañas con respecto a él y pese a eso, hizo un excelente trabajo con las dos. Hizo un excelente trabajo conmigo.

Mi Bro es una de esas personas relativamente callada aunque siempre tiene una opinión para todo, sobre-protector, claro que sí, digo, es un hermano mayor al que le re-encanijaba que le dijeran cuñado. Es uno de esos que tienen presencia, en cuanto entra a una habitación todos lo tienen presente y aunque no tiene un carácter fácil puede ser muy juguetón.

Cuenta la leyenda de que cuando mi hermana nació, solía dormirse cerca de ella y que para no despertarla sólo se tapaba con la esquina de su cobija.

Recuerdo que en una ocasión, en la primaria, uno de sus amigos me tiró mientras jugaba, fue accidental. Por la tarde llegó con la camisa manchada de sangre pues se había peleado con su amigo por haberme tirado. Lo recuerdo lavándose con su cara de enojado y me dijo "por tu culpa", no supe si reírme o llorar. Aún ahora me parece extraño que lo hubiera hecho por mí. Supongo que son cosas de hermano mayor. Son tan extraños.

Recuerdos infantiles no tengo muchos con él, ni con mi hermana. Cuatro años nos separan y eso fue un abismo entre nosotros cuando eramos niños. Cuando fui creciendo comenzamos a compartir más momentos juntos: la tarde, el momento en que ambos nos sentábamos en el sillón a hacer la tarea, yo secundaria, él CCH. Fue en esos años en que nuestra relación maduró a niveles insospechados: nos hicimos realmente amigos.

Decisiones en mi vida lo invitaron a participar activamente en mi formación académica, amplió mis horizontes y mis metas se volvieron más ambiciosas y él estuvo ahí para apoyarme, tanto que se convirtió en mi tutor de forma literal. 

Él es uno de esos hermanos que en verdad son hermanos. Me contaba historias, analizábamos unas, nos reíamos de otras; nos alimentábamos intelectualmente, incluso creo, que de haberlo querido, hubiéramos escrito libros sobre temas diversos, pues conversábamos mucho, eran conversaciones especiales. Ambos compartíamos gustos e intereses similares aunque con marcadas diferencias, pero era precisamente aquello que hacía que encajáramos como dos piezas de un rompecabezas, embonábamos tan perfectamente que llegó al cursi momento en que las palabras salían sobrando y las miradas ocupaban nuestro medio de comunicación, tanto que incluso creo que inventamos nuestro propio lenguaje.

Pese a que su carácter siempre fue muy difícil, explosivo en ocasiones, agresivo en otras parecía que yo era la única que lo soportaba más, pero creo que se debía a ese nivel de comunicación.

Me enseñó a vivir, a pensar y tal vez lo más importante: a no rendirme frente la adversidad, y estoy hablando de la verdadera adversidad, de aquella en que te da golpe tras golpe con apenas darte la oportunidad de levantarte.

Mi infancia no fue muy fácil, y aunque no pienso desahogarme aquí de todas las dificultades que viví durante mi vida creo que es un punto importante destacarlo para que se entienda la importancia del párrafo anterior. Y no me refiero a solo a mí, de hecho, digamos que yo llevé la parte más fácil, mis hermanos, ambos, vivieron más complicaciones, entonces digamos que nuestro crecimiento fue un tanto duro y difícil donde el no rendirte era cuestión de supervivencia más allá de le física... y eso es todo lo que tengo que decir al respecto.

¿Se dan cuenta de que no puedo evitar hablar sobre mí?

Ahora, ciertas adversidades  se vinieron poniendo a prueba nuestra relación, problemas fuertes que si contara aquí sonaría a novela barata y como sea, tampoco quiero hablar de eso, el punto es que nos separamos y tampoco quiero hablar sobre eso.

Todo esto viene porque después de años separados hoy quería decirle tantas cosas por motivo de su cumpleaños (tenía que ser el 26) pero al final solo salió un mensaje con "Feliz cumple, Bro" pero creo que no era necesario añadir algo más, o bueno, sí: 

Feliz cumple, Bro.

martes, abril 19, 2011

Malsanos Pensamientos

Perdí mi agenda, así que de nuevo van a ir mis memorias antes de que me levante una mañana sin saber qué carajos hice desde enero, o quizás si tengo algo de suerte, tal vez no despierte.

Para Marcia:

Imagina que durante poco más de una semana ves que el mundo no es tan cruel como parecía, o quizá estabas en uno esos trances en que no te importa qué tan mal esté porque tú te sientes bien, andas contenta, hiciste de Pack Up de Eliza Doolittle tu canción Abrileña y por primera vez en mucho tiempo te das cuenta de que quisieras tener a alguien para cantar The Quiz de Hello Saferide porque es una canción que se hizo para ser dedicada e incluso cantada de frente, pero como suele ocurrir en tu vida sabes que esta buena racha no podría durar el tiempo suficiente.

Fue en este periodo en que la magía se acababa cuando vinieron una serie de pensamientos malsanos; de tu parte se espera, lo que no esperabas era de los demás:

El primero (Zoolander): Llegó viernes tan caluroso como el resto de la semana, estabas algo fastidiada de que todos mencionaran las vacaciones con las mejores espectativas mientras tu todavía te encontrabas trabajando, pero estas acostumbrada, entonces viene Zoolander, apenas si lo soportas pero lo tienes que aguantar e incluso lo ignoras como sabes hacerlo. Eres una maestra para aquello. Quizas no puedas hacerte invisible pero tienes el don de hacer invisibles a los demás, ¡Ah, que afortunada te sientes!, incluso fuiste sorda ante las llamadas de advertencia de las compañeras de trabajo cuando te dijeron que eras la favorita de Zoolander, para tí todo era una broma de mal gusto, pues es Zoolander, pero el viernes tu escepticismo te dio una bofetada en la cara cuando te percataste de que no te quitaba la mirada de encima, después, cuando te llamó desde la planta baja y tu saliste y te miraba con cara de perro en carnicería sin haber comido en tres días. ¿Sabes qué es lo peor, Marcia? Que la misma Chicle te lo advirtió y tu la ignoraste. Sé que Chicle no tiene intelecto, pero en cuestion de chismes de oficina es una experta. Entonces ambas maldecimos.

El Segundo (Marcia): Te libraste el viernes aplicando todos las enseñanzas de Etan Hunt. Después de comer te quedaste dormida, cuando despertaste, un poco más de las seis, viste que estaba nublado, hacía viento y saliste al cajero y a hacer las compras, de regreso te entró la idea de empezar a hacer llamadas a diestra y siniestra, lo cual es totalmente aceptable, sí, pero cuando estas ebria, no sobria. La segunda fue para tu Bro, hablaron sobre películas y fue cuando debiste colgar, pero no, y entonces el pronuncio la frase que siempre has temido: "quiero hablar con todos" quedaron de verse el jueves o el viernes. ¿A ver qué carajos vas a hacer?

El Tercero (Ibídem): Sábado. El día anterior compraste pasta instantánea porque Lizzie la había ya cocinado en otra ocasión y parecía fácil y rica y así comenzaste a prepararla, veinte minutos después comías algo que sabía a centavo. Marcia, tu no cocinas, odias cocinar y para futuras ideas descabelladas recuerda que el hecho de que pongas algo sobre la estufa encendida para que después sea ingerido por un ser vivo se considera cocinar.

El Cuarto (Ibídem): Tenías ganas de ir a la Vscls, eran las cinco así que metiste gran parte de la ropa que estaba tendida y dejaste unos pantalones, miraste al cielo y viste nubes aunque a tu consideración no eran amenazadoras.  Dime ¿Cuándo obtuviste el título de meteoróloga? Decidiste que no llovería antes de las siete, para esas horas ya estarías de regreso, no te importó el olor a lluvia en el aire, simplemente dijiste "no tengo tan buena suerte de que llueva temprano" Saliste sin suéter ni chamarra. Después de hora y media te asomaste a la ventana de la biblioteca, una fina llovizna caía y decidiste salir porque según tus cálculos alcanzarías a llegar y salvar tu ropa, según tus cálculos llegabas a casa en diez minutos, así que a regañadientes dejaste tu libro y saliste, un granizo pequeño  comenzó a caer y viste a varías personas correr y te dije: "maricas, es sólo lluvia, un poco de hielo no los va a descalabrar" y después el granizo tamaño balín pasó a ser tamaño canica y en menos de un minuto te viste asediada por pequeños proyectiles que en verdad dolían ¿no que no corrías?, me sorprende que en circunstancias como esas demuestres tener una condición física respetable, pues rebasaste a todos los "maricas" y entraste escurriendo al metro, tal vez haya sido por la imagen de El día después de mañana, en donde el granizo que caía en la cabeza del oriental lo dejaba tumbado en el piso en un estado que no parecía el más favorable. Después comenzaste a reírte porque en tu cabeza te vías como Sid pero sin Mamfred. Sí, te reías en el metro mientras iba lleno.

Cuando saliste viste que una lancha era más compatible con el panorama, y aún así mantenías la convicción de que la misión de rescate era todavía aplicable a tu ropa. El transporte fue una odisea y tuviste la sensación de que los peces en el mar estaban más secos que tu. Llegaste y con una mirada de sorpresa viste lo que curiosamente no esperabas ver: tu ropa escurriendo. Por fin aceptaste que tu travesía había sido una empresa sinsentido.

El Quinto (Emily Gilmore): El domigo quedaste de ir con Lizzie a comprar su vestido, así que te despertaste temprano, te bañaste y fuiste a casa de tus padres, mientras llegaba Lizzie advertiste a tu madre de la amenaza de tu Bro, entonces comentó que tenía la intención de invitar a la novia de tu Bro para la fiesta del 30. -¿No quieres que la invite?- preguntó y tu contestaste: Es tu casa, yo ya no vivo aquí, si quieres invitar a Debbie es tu decisión.

-Tu Bro dice que no porque tu y tu hermana le vayan a poner cara- me dijo.

-¿Porqué insistes tanto en conocerla?- pregunté desviando el punto.

-Tengo curiosidad. ¿Tu no?

No entiendo eso de las progenitoras de querer conocer a las parejas sentimentales de sus hijos, para mí eso es algo ya inaplicable además de extraño. No sé, es como si me hablaran de costumbres de seres de otro planeta. Mi no entender.

El Sexto y el peor (Sr. imperturbable, mi padre): Mi padre nos escuchaba mientras manteníamos esta conversación y entonces dijo algo que causó un trastorno tremendo: Cuando traigas a alguien- te dijo, Marcia- no querrás que le pongamos cara, porque algún día vas a traer a alguien.

Es un hecho de que mis padres no conocen a Marcia, es obvio, muy pocos padres llegan a conocer verdaderamente a sus hijos pero hay límites, una cosa es no conocerlos profundamente y otra cosa es creer que hablas con Amelie cuando en realidad hablas con Merlina Adams. Es como si no hubieran aprendido con las experiencias anteriores, pero sobre todo, ¿alguien puede decirnos qué clase de padre pide que su hija, su hija pequeña, le presente algún pretendiente?, ¿qué clase de padre pide que un tipo se lleve a su pequeño retoño a quién sabe qué lugar? ¿No se supone que los padres deben de odiar, por principio, a sus yernos por alejar a sus hijas de su lado? Creo que mi padre se perdió la clase aquella de "Cómo ser un padre", o su SO se dañó en algún punto y no se ha podido reiniciar, o se hiperpaginó en ese momento. Hasta Tiffa se sorprendió cuando se lo mencioné, porque ella conoce muy bien al señor imperturbable, aquel que si lo he visto reírse más de tres veces en su vida es demasiado. ¡Ja! y luego se queja de tener una hija rara. Comienzo a creer que todo es genético.


PD1. Y luego me llaman paranoica.


PD2. De pronto Stars Hollow parece un lugar lleno de gente totalmente cuerda.


PD3. Crónicas Mutantes es una total decepción. Rachel's Wedding es altamente recomendable.

jueves, abril 14, 2011

No Apto Para Diabéticos

De seguro se habrán preguntado si he muerto, si he perdido la memoria junto con mi agenda, si perdí la contraseña para entrar a blogger o alguna otra catástrofe que me haya impedido publicar algo, pero lamento echar por tierra todas sus esperanzas, es más, el motivo porque no he publicado nada es porque ando contenta.

Hasta el martes parecía que todo iba igual, pero desde ayer me anda rondando un aura bien azul y ese es el motivo porque evité publicar algo, porque mi lenguaje podría empalagar a gustos tan exigentes como los míos, y sé, estimados lectores, que ustedes son muy exigentes.

No quería relatar como es que mis problemas parecen solo eso: problemas, digo, no son gigantes que amenacen a mi amada persona, ni zombies que quiera zamparse mi cerebro o plagas aliénigenas que amenacen con convertirme en algún tipo de fenómeno. Solo son problemas. 

¿Qué tan enfermo suena lo anterior? Odio estar de positiva.

Tampoco quiero relatar como fue que mi jefe peleó por mí contra otro que se quería creer mi jefe, ni tampoco quiero mencionar cierta fiesta el 30 de abril en la que pongo todas mis esperanzas para librarme de mi estrés, así que en vez de eso preferí el silencio y no molestarlos leyendo relatos rosas donde me visualicen corriendo por una pradera con cielo nublado y un vestido floreado mientras en mi mano llevo una canasta cargada de flores y frutos, porque quién querría visualizarme a mí, precisamente a mí así. Yo no, por supuesto. Espero que ustedes tampoco.

Hace dos días mi intención era describir como es que Abril siempre ha sido malo conmigo y con mi familia en general, pues por lo regular escogen este mes para morirse, pelearse, irse, maldecirse; algo así como las fiestas navideñas pero sin cena ni piñatas. Incluso recuerdo que hace un año lloraba por no haber podido ir a ver a Muse ni Coldplay, pero si me preguntan de algo que me moleste este mes no habrá nada más allá que el odioso calor primaveral y sin menospreciar las complicaciones que traen consigo estas temperaturas me complace apreciar que las hemorragias nasales ni siquiera se han asomado. Increíble ¿no?

Ahora, otra opción que tenía era describir el porqué de una playlist relajada y tranquila con el simple propósito de calmar los ánimos del Abril presente, además de añadir que tres boletos de transporte cuyo número de serie sumaban 26 fueron recibidos en esta semana y aunque no soy supersticiosa no dejo de notar que el 26 tiene que ver con cosas importantes en mi vida y mucho menos quiero hacer notar que cierto dolar en mi cartera tenga algo que ver, ya que me lo dio mi Bro el fin de semana pasado, pero tampoco quiero suponer que aquello tenga algo que ver, así que como al final en realidad no quiero mencionar nada los dejo con el siguiente enlace a una entrada de hace un año cuya historia forma parte de un compendio de relatos relacionados con mi liquido vital y con la cual me encariñé mucho.


PD1. Pensándolo bien, quiero hacer referencia a un par de canciones en mi Playlist: Pack Up de Eliza Doolittle y The Quiz de Hello Saferide, en verdad dos joyas de canciones y me detengo antes de sonar más empalagosa como veneno para diabético.

PD2 Bueno, no importa lo que pase, sigo odiando la primavera, gracias.

miércoles, abril 06, 2011

Algunas Llamadas Deberían Permanecer Perdidas

Última Llamada de Enrique Hoefnagel
Paréntesis.

Aquí va una pequeña anécdota ocurrida el fin de semana. Mientras caminaba por las calles del centro, @leysfren y yo encontramos a aquellas estatuas vivientes que logran una inmovilidad extraordinaria bajo el sol y la mirada de los transeúntes. Entre aquellos seres encontramos al Sombrerero Loco quien en ese momento jugaba con una pequeñuela aquello de "Ten un chocolate. Mejor no te lo doy. Ahora sí te lo doy. Mejor no. Ahora sí. No. Esta es la buena. Ja, te engañé." mientras la pequeñuela estiraba y estiraba su pequeño brazo. No sé si fue su traje o la crueldad mostrada lo que me animó a tomarle una foto y hasta posó para que la sacara. Cuando la obtuve hizo la seña bien mexicana de "mochate" lo cual me pareció justo, porque hasta posó dos veces, ya que en la primera un tipo creyó que su espalda era más interesante o quizás pensó que estaba en modo invisible, como sea, decidí donarle algo a su causa pero corría el riesgo de pararme frente a él mientras intentaba jugar aquello de "Ten un chocolate. Mejor no te lo doy. Ahora sí te lo doy. Mejor no. Ahora sí. No. Esta es la buena. Ja, te engañé." frente a todos, así que me quedé pensando cómo hacerle llegar la contribución. Su cesto era una vasija muy pequeña y yo no me especializo en eso de la puntería, aventárselo a la cara no parecía muy educado y acercarme para dárselo en la mano corría el riesgo de que si empezaba aquel estúpido juego lo tirara al suelo, le quitara su sombrero y lo aporreara con él mientras le gritara histérica "Dame mi chocolate, dame mi chocolate" Pero está vida me ha enseñado que a veces actuar por impulso es la mejor solución, así que algo lo distrajo tras sus espaldas y pensé: "Ahora o nunca" y en cuestión de segundos me acerqué, coloqué la moneda, me dí la vuelta y le hice señas a Tiffa, quién me miraba perpleja para emprender la huida. Me dijo que ni siquiera se dio cuenta cuando desaparecí de su lado. Al parecer, bajo presión, mi agilidad mejora considerablemente.

Abril 2, 2011.
Era el año enrealidadnolorecuerdo, cuando todavía era estudiante que encontré a dos excelentes profesores, el primero fue el Ing. Crail quien estuvo en mi doctorado de Cálculo Diferencial, con él cursé también Cálculo Integral. Es un gran profesor, siempre sonriente, "sonrisa de guason" decía Tiffa y no se equivocaba. Solía repartir dulces en sus clases, los famosos "chiclosos" y explicar la asignatura de una manera que era imposible no entender. 

Para cursar Cálculo Integral Tiffa no alcanzó lugar en el grupo del Ing. Crail, por lo que se vio obligada a inscribirse con un profesor desconocido, fue cuando conocimos a la Ing. Mayve quien resultó a su vez, ser alumna del Ing. Crail en sus años de estudiante y bajo la recomendación del segundo Tiffa no cambió de profesor. 

Así pues, ese semestre asistíamos a ambas clases, dos Cálculos Integrales en un mismo semestre, cosa que el profesor Crail presumió a sus colegas en una mañana en que la facultad había sido cerrada y habíamos saludado a los profesores. Ambas coloradas como jitomates tras los halagos y las miradas de un grupo de profesores nos dimos cuenta cuán Nerd sonaba todo aquello.

Aún recuerdo la primer clase con la Ing. Mayve. Se resolvían ejercicios simples en el pizarrón, o pintarrón, porque creo que así se le llama a los blancos, anyway, nos sentábamos hasta adelante y la profesora se había colocado atrás para intimidar más, entonces graciosa como siempre y al ver la duda del compañero que estaba al frente, Tiffa comenzó a decir en voz baja "es cinco, es cinco", obviamente no era lo correcto. Si le preguntas a Tiffa que piense en un número, éste siempre va a ser 5. 

La profesora creyó que yo era la bromista por lo que me pasó al frente a ayudar al compañero mientras Tiffa se desternillaba de risa.

En otra ocasión, recuerdo a la profesora explicando la clase cuando en lugar de decir "pi medios" dijo "pi miedos" Creí que todo mundo reiría pero al parecer todos estaban pensando en la historia de Babilonia, por lo que solo Tiffa y yo nos dimos cuenta del gracioso error y conteniendo las risotadas nos percatamos que la profesora se había dado cuenta de que nosotras nos habíamos dado cuenta, por lo que pasamos a ser tres reprimiendo sendas carcajadas.

Fue así como comenzó una amistad entre esos dos profesores y nosotras, porque hasta por coincidencia (o no) ambos compartían cubículo. Con el tiempo nos frecuentábamos y hasta llegamos a ser sus estorbantes, de ambos, para el servicio. El trabajo consistía en aplicar exámenes finales y calificar tareas, nosotras con amplio conocimiento en los Cálculos pues era algo realmente fácil y agradable porque convivíamos frecuentemente con ambos profesores.

En la facultad hay una plaza, un alumno que supervisa a los demás estorbantes y recibe un pago por ello, entonces fue cuando los profesores nos dijeron que cuando alcanzáramos el promedio y el avance requerido querían que ocupáramos ese cargo, pero el tiempo pasó y no todo ocurrió como debería haber ocurrido.

En mi caso, las cosas cambiaron. Abandoné la facultad y un factor que me retuvo bastante tiempo fueron aquellos profesores, porque de algún modo, sentía (o siento) que al dejar todo aquello los decepcioné (o los decepcionaré cuando lo sepan) So Gross.

Hoy llegó la llamada. Era la Ing Mayve pidiéndome que ocupara el cargo que hace tiempo ya estaba asignado a mí. No supe qué contestar, no supe cómo decirle que para mí aquello ya es imposible, no supe decirle que esa era una parte de mi vida alterna que me dolió dejar, no supe cómo decirle que no iba a poder volver. No supe cómo decirle la verdad.

Es difícil. No me arrepiento de haber abandonado ese camino, porque lo hice por mis razones, porque lo hice por mí, quizá fue lo primero que hice por mí. Tampoco me arrepiento haber elegido esa facultad porque conocí a aquellos profesores, porque estudié lo que me gustaba y porque en ese momento me parecía lo correcto, pero esto no atenúa los contras de haber abandonado todo, no atenúa el hecho de que decepcionaré a dos profesores que se enorgullecían de las alumna que entraban a sus clases: ambas, sin importar estar inscrita o no. No olvido el hecho de que abandoné a algo más que los estudios o un futuro confortable.

El oír la voz de Mayve decepcionada cuando dije que por el momento no podía, cuando escuché a lo lejos el saludo del Ing. Crail fue como escuchar gritar aquella vida alterna diciéndome "mira, sigo aquí, mira lo que has dejado. Es hora de ponerte a vivir de verdad para que esto haya valido la pena" mientras me zarandeaba. Algo peligroso porque en mi cabeza ha estado rondando un proyecto grande y peligroso, y estos mensajes no me ayudan a pensar claramente, aunque como he sabido y he aprendido: Nada funciona si lo planeas. Sigue el impulso. No sé, quizá me corte la cabeza en el camino, quizá me atreva a dar el gran salto. Y eso es todo lo que voy a decir sobre eso.

PD1. Obviamente, no soy fotógrafa, así que disculpen la mala calidad.
PD2. Sucker Punch superó mis expectativas, y el Soundtrack es perfecto.