jueves, agosto 04, 2011

Y ¿Qué Ha Pasado?

La Dama de Shalott - John William Waterhouse
Alohomora


Me senté frente a la computadora, inspirada, pensando: Muy pocas cosas quedan perfectas, esta vez es una de ellas, pasará desapercibido para la mayoría, lo sé, pero los pocos que lo noten me deberán un gran favor por educar sus oídos, por darles un masaje musical... ¿Y si no tienen bocinas? pues que masajeen manualmente sus orejas, dicen que es muy relajante.

Entonces miré discretamente a mi alrededor. No había ningún vigilante, tal vez una mancha en la mesa, y entré al portal donde aparecieron las clásicas casillas de identificación y... y... y nada, la contraseña olvidada, entonces decidí que era buen momento de ocuparme de la mancha. 

¿Porqué preocuparse si siempre hay un link para los inadaptados que olvidamos esas cosas? Entonces enviaron un link para reestablecer mi contraseña, link que irónicamente pedía mi nombre de usuario, Perfect, Louis, perfect. Burn it all! Por lo regular mi nombre de usuario tiene alguna relación con mi contraseña y viceversa, lógicamente los mandé al carajo porque si recordara mi usuario, también recordaría mi contraseña. ¡Círculos!

Againts me

Ahí estaba tratando de trabajar mientras mi cerebro se ocupaba de no poner atención a la trova que mi jefe había puesto de fondo para liquidar lo poco del entusiasmo que quedaba al despertarnos por la mañana en una oficina donde el aroma del café aún no llegaba y una plaga de mosquitos nos atacaba.

-Quizá deba rociar un poco de insecticida, tal vez mi alergia contra el insecticida se haya curado mágicamente, tal vez mi gen mutante se haya activado y ahora puedo regenerarme y nunca morir como Wolverine, o tal vez, y solo tal vez, mi condición sea la misma, entonces no sería sano rociar insecticida.

-Si quieres lo rocío yo para que no se considere suicidio- sugirió mi amigo Bogus. Creo que es una maldición que no sea imaginario.

Los pros y contras de que un amigo sea o no imaginario puede decidir entre ingresar a un hospital psiquiátrico o a una lobotomía. ¡La vida es tan complicada aveces!

-¿Le gusta la trova, señorita?- me preguntó mi jefe.

-La soporto- contesté tratando de ser neutra y sin ofender los disgusto musicales de terceros.

-Lo que pasa es que a esta mujer le hace falta estar enamorada para que escuche música romántica- opinó Tercero.

-Sí escucho música romántica- respondí, aunque el termino no me agrade del todo.

-A ver, ¿a quién escuchas?

-¿Yo?, pues..., este..., escucho a... a..., bueno, pues..., mmm..., eh...

Y ahí me tienen haciendo un análisis mental sobre cientos de nombres que sean conocidos y tengan algo que ver con cursilerías que me gusten. Tarea sumamente dificil. El único nombre que salió después de ver sus caras asintiendo sabiamente dado que mi silencio les daba la razón fue Bunbury.

Unos ojos en blanco hubieran bastado para hacerme entender que no era suficiente. Demasiado  gris, supongo.

La Duda

Son de esas críticas que me dejan pensando en una buena respuesta. ¿En qué me afecta? se preguntarán, pero para alguien que es adicta a la música como lo soy es importante tener un criterio abierto. De los miles de títulos que tengo almacenados en mi memoria algo debe andar por ahí.

La respuesta, como siempre suele ocurrir, llegó en el momento más inesperado (o menos esperado, como quieras verlo): The Tourist. 

Me negaba rotundamente a verla por el esqueleto parlante que sale junto a Johnny Depp, pero Bah!, ¿a quién rayos importa? Y entonces en mi escena que se convirtió la favorita de la película se encuentra Frank (Johnny Depp) parado junto a un muelle viendo cómo Elise se aleja diciendo en voz baja "But, I love you" (lo mejor es su cara de circunstancias con la que se queda Frank) y de fondo para perfeccionar el cuadro, muy levemente se escucha una voz, unas cuantas estrofas y la reconozco, ¿cómo no iba a reconocer un gusto culposo mío? Pobres hijos con jorobas los míos, quién soy yo para renegar de mis retoños vergonzosos... a solas, claro. 

Katie Melua. Sencillo, rápido, lógico y romántico. Katie Melua con su A Million Bicycles In Beijing, y ahora con No Fear Of Heights la hacen una de mis niñas con jorobas (muchas jorobas) y mi mejor respuesta para una pregunta como aquella.

Ahora puedo dormir tranquila. Y avergonzada también.

3 comentarios:

Lobita Nocturna dijo...

Cuando yo no me acuerdo de mi contraseña la mando al cuerno y mejor me hago una nueva cuenta en loquesea.com, en cuanto a bumbury... bueno... yo lo mas meloso que escucho es a david cavazos y de cuando en cuando canciones del pasado porque en un mundo donde lo mas romantico es el baby de bieber y el te quiero wah woah de nigga pues... ¬¬
Esa pelicula no la vi solo porque salia la tal jolie, creo que me cae peor que scarlett johannson; algunos dirian que le tengo envidia pero como porque?? si somos de la misma talla de busto y cadera O.o ok, eso fue mi instinto femenino hablando incoherencias. Oh sí, tengo uno.
Adiosito!!

Mar dijo...

Sí, creo que todas tenemos un instinto femenino que no importa cuánto hagamos, a veces se descontrola.

Saludos, Lobita.

Guerrero dijo...

Ah! Las constraseñas, un mal necesario.
Al igual que la música romántica y gustos culposos que prefiero no decir nunca.

Saludos!!