viernes, junio 05, 2020

Muros

Creo que estoy construyendo muros.

Al principio creí que era un estado de shock y que en algún punto iba a volver a la realidad y caer de nuevo.

Unos días estaba aparentemente bien, pero después sentía de nuevo los ataques de ansiedad. Son lo peor, los odio. Y de nuevo lloraba, pero no por mucho tiempo, aunque el sentimiento de vacío infinito se conservaba ya no había más lágrimas que derramar, como si tuviera que llorar una cierta cuota, una vez pagado el tributo en lagrimas y desesperación llegaba un poco de paz.

Y después lo noté, eran muros. Soy experta en sepultar traumas, problemas, sentimientos, enterrarlos hasta que olvido qué era lo que significaban, pero tu y tu recuerdo son demasiado fuertes, aunque pongo muros, los recuerdos más horribles, los recuerdos tuyos en general que me lastiman y no me dejan respirar a veces pasan el muro, porque por lo general me encuentro con un dilema enorme:

No te quiero olvidar, te me desvaneces como agua entre los dedos, pero cada recuerdo tuyo me lástima enormemente y provoca los ataques de ansiedad o pánico. Construí muros pero mi mente me traiciona trayéndome recuerdos tuyos de todo tipo para que no te olvide (como si pudiera hacer tal cosa) y vuelven los ataques aunque debo admitir, son un poco más controlables pero a un precio que no me gusta: enterrarte, evitarte y no pensarte.

Después viene un sentimiento de culpa por no pensarte y tratar de olvidarte. Es un mar de emociones muy fuertes. Todos estos procesos no me quitan una idea de la cabeza: Me quiero morir, morir de verdad. Sería un escape, un descanso y no puedo evitar pensar que si muero te volvería a ver y volveríamos a estar juntas en aquello nuevo y desconocido, no importa qué sea, mientras pueda volver a verte y hablarte y tenerte, recuperar mi mitad y el sorprendente beneficio de no volver a sentirme como me siento ahora.

Sigo pidiendo una sola cosa desde que ya no estás: regresar el tiempo o morir, cualquiera de las dos. Quiero regresar el tiempo para, ésta vez, no matarte. Quiero morir para volver a estar juntas. Cualquiera de las dos son bienvenidas.

Tranquila, quiero morir pero no pienso en el suicidio, eso mataría a la familia. Sé que no puedo ni debo hacerlo, también pienso en nuestros 6 niños, no podría dejarlos al cuidado de alguien más. Nadie los amaría como nosotras y pese a todo eso la idea de morirme me sigue tentando.

Ni la música es segura en estos momentos. Todo me recuerda a ti, todo es una tortura en este momento. La única que mi espíritu aguanta es una de Dvorak, por alguna extraña razón que no puedo explicar.


La pongo una y otra vez y ayuda con la ansiedad, aunque supongo que en algún futuro van a ser de las canciones que ya no podré escuchar. Una de tantas. Ya había perdido muchas y contigo se van a ir aún más. Otro tipo de canciones no las puedo escuchar sola, aún no me atrevo a escuchar demasiadas y aún así a veces tengo que saltar algunas porque simplemente no puedo.

Estos últimos días he estado ocupada con el Nany poniéndonos al corriente con su tarea atrasada, poner las fechas de Mayo eran un dolor que debía esconder a mi chamaco porque ya demasiado daño tienen mi Eddy y mi Nany como para seguirlos atormentando.

En familia no te mencionamos porque sé que nos dueles a todos y al mismo tiempo me molesta que todos actúen como si nunca hubieses existido. Una noche mencioné lo de el arreglo de tu tumba, el ambiente se ensombreció y mi Eddy sé que se puso muy triste, así no puedo culparlos por no mencionarte, están protegiendo a los chamaquitos, pero todo duele. Al final no creo discernir qué es mejor.

1 comentario:

Alexander Strauffon dijo...

Muy triste. Y comprendo la sensación a la perfección.