Así me gruñó el invierno, pero aún así cómo no quererlo con lo feo que es. Y sombrero, además.
Cumplí 26 el 26, número importante para mí sin ninguna razón lógica y que incluye alto contenido de narcisismo pero como se me fue la fecha creo que ya no tiene gracia que lo mencione dos semanas después, entonces a lo que vine.
No tengo un motivo especial, ni tampoco lógico, ni siquiera tengo mi lista de libros del año XXV, la cual muy a mi pesar es extremadamente corta y que espero subir en la siguiente entrada.
Mis propósitos de año nuevo son amplios y grandes, y como si fuese mi cumpleaños no los menciono por temor a que se queden impresos sólo en ésta pobre y sencilla entrada.
Quisiera decir más, y espero decir más. En un futuro, espero no lejano.
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