¿Has notado cómo es que llegan las cosas sin buscarlas?
No, últimamente he notado cómo nos sientas a esperar cosas que no llegan. Sé que tu pregunta era retórica, pero permiteme contestarla.
Sabes bien que no creo en el destino, porque es una forma de decir que nuestro futuro pertenece a alguien más, que el control no es nuestro y que en el gran hormiguero solo somos un número más dispuestas de tal forma que somos un engrane o un tornillo que mantiene una gran máquina en funcionamiento.
Sé que odias la idea tanto como yo, pero no voy a negar que las coincidencias existen, y que ese pensamiento da cierta tranquilidad sobre el paso a ciegas que se da cada día al levantarse de la cama.
Sería lindo saber que todo lo que hacemos está bien y que en un futuro recogeremos abundantes cosechas y que nada puede ocurrir de otra forma, pero lo cierto es que no habría emoción ni suspenso. ¿Dónde quedaría la gran batalla librada por un poco más de vida? Hay que procurar que Leónidas se enorgullezca.
... Si tan solo tuviéramos su escudo.
1 comentario:
Muy buenooo!!!!!!
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