viernes, octubre 26, 2012

Y Todo Esta Bien


No tengo trabajo, temporalmente y es posible que me pase el fin de año sobreviviendo a base de sopa Knorr instantánea,  obviamente sin poder festejar como es debido mi cumpleaños, sin una visión laboral segura y/o definida, si quiera real porque todo se basa en puras ilusiones.

Tengo deudas que pagar, una renta para conservar un techo sobre mi cabeza, y ¡vaya!, ahora recuerdo que no podré festejar ninguna de mis fechas favoritas de todo el año, como el día de muertos, navidad, mi cumple y año nuevo, para los cuales tal vez sólo cuente con un presupuesto de $20.00 pesos, pesos más, pesos menos. Tal vez más pesos menos.

Dicen que el dinero no trae la felicidad pero el dinero ahora me traería una hamburguesa doble por lo que difiero enormemente con lo anterior. Puedo parecer materialista, pero cuando tengo dinero o trabajo puedo jurar que lo no soy en lo más mínimo.

A parte de mi carencia de cash esta el otro lado que he ignorado tanto como he podido, y he podido bastante, hasta que llego mi Bro y mantuvo una "agradable" conversación en la que Russ Duritz parece un guía Zen comparado conmigo, y en efecto, me refiero al lado "sentimental" de mi vida.

Todas las mañanas me despierto y mirándome al espejo agradezco poseer tanta libertad en forma de hermosas y enormes alas, sin zapatos en los pies y una radiante espada colgada en la espalda. Me gusta sentirme la mujer Maravilla que no necesita a nada y a nadie (excepto, quizá, trabajo aunque bien aceptaría el dinero) y me va bien, me ha ido bien y he huido muy bien, pero...

Hay un pequeño espacio en mi cabeza y en algún lugar de mi estomago en que secretamente siempre he estado al pendiente sobre este aspecto delicado y turbio, hasta cierto punto, atemorizante.

Siempre me ha ¿ilusionado? un poco la parte de tener a alguien a mi lado, un soporte, un soporte muy fuerte, muy alto y muy listo que esté ahí para mí, que aguante todas y cada una de mis locuras, alguien que me haga reír (porque a veces se me olvida) y que me diga con voz confiable "todo estará bien" de vez en cuando, como en estos últimos días en que me entró la desesperación y angustia por un problema, que ahora puedo ver como un periodo difícil y no más.

Y luego viene el momento seguido de la anterior confesión en que mis pensamientos me saben a vinagre y me doy un porrazo en la frente porque ¡Que rayos! amo mi vida. Sé que estoy loca por decir lo anterior en este momento de mi existencia, pero es cierto. Amo lo que hago, me gusta ser así, me encanta ser yo, me encanta levantarme sola de cada golpe que recibo (en éste año van demasiados) y poder decir: Hey, Dude, ¿Qué más tienes para mí? Lo que más agradezco es no conformarme.

Conformarse es rendirse y resignarse en que no hay manera en este mundo de que obtengas lo que deseas y hasta ahora no estoy lista para declararme vencida en ese aspecto. No quiero arrepentirme de nada y quizá algún día, cuando mire hacía atrás pueda decir: "Hey Dude, valió la pena la espera". O simplemente meter piedras en mi abrigo y arrojarme a un lago, como sea que salga seguiré insistiendo en que jamás me resigné a no obtener lo que quiero.

Así que al final, creo que todo está bien.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta mucho tu Blog. Animo.

Mar dijo...

Pues muchas gracias, PRSS.