jueves, agosto 25, 2011

La Razón

¿Has abierto los ojos aún con la resaca del mal sueño y preguntándote porqué carajos tienes que levantarte en una mañana nublada  que te invita a quedarte en la cama?

¿Trabajo? Pff!, como si ganar dinero para alimentarte fuera fundamental en esta vida... bueno, tal vez es una buena razón para hacerlo.

Y luego, pues te levantas con el firme propósito de aferrarte a lo estable de tu vida (quizá lo único): el trabajo, con la leve esperanza de que si finges que todo está como el día anterior tal vez no sea tan malo. Claro, no hay que olvidar que las voces en tu cabeza se burlan de tu enorme ingenuidad por tener esas ideas, y después las mandas al demonio y subes el volumen de la música para ignorarlas. ¿Quién se burla ahora, bitches?

Te administras fuertes dosis de Foo Fighters, te felicitas por escuchar buena música y de paso invitas a los lectores a escuchar su nuevo álbum Wasting Light. Walk hasta ahorita es tu favorita, pero no funciona para las presentes circunstancias.

Te topas con la agenda sobre el buró y vuelves a recordar el insomnio plagado de recuerdos asesinos que se supone ya no tienen poder sobre ti. Se supone. ¿Alguien bajó el volumen de la música? te preguntas porque las voces en tu cabeza vuelven, ahora gritando y aprovechando la agenda anotas que necesitas bocinas poderosas. Quizá una alternativa más económica sea arrancarte la cabeza.

Sin darte cuenta vuelves a divagar en lo mismo, afortunadamente ahora, a la luz del día, las ideas y planes que tuviste apenas hace unas horas ahora te parecen estúpidas y agradeces no haber hecho nada por llevarlas acabo. Hasta ahora. 

Mientras esto piensas te pones un tín, das una mordida a tu sandwich, te pones otro tin, otra mordida a tu sandwich, bebes un trago de yogurth y te concentras en tus actividades cuando te percatas de que quieres morder el cepillo.

En la oficina eres la primera en llegar (siempre eres la primera en llegar) y pones lo primero que hay para escuchar, y entonces te das cuenta de que ahora tienes una buena razón para haberte levantado.


Dogs Days Are Over.
Florence & The Machine

Happiness hit her like a train on a track
Coming towards her stuck still no turning back
She hid around corners and she hid under beds
She killed it with kisses and from it she fled
With every bubble she sank with her drink
And washed it away down the kitchen sink

The dog days are over
The dog days are done
The horses are coming
So you better run

Run fast for your mother, run fast for your father
Run for your children, for your sisters and brothers
Leave all your loving, your loving behind
You cant carry it with you if you want to survive

The dog days are over
The dog days are done
Can you hear the horses?
'Cause here they come

And i never wanted anything from you
Except everything you had and what was left after that too, oh
Happiness hit her like a bullet in the head
Struck from a great height by someone who should know better than that

The dog days are over
The dog days are done
Can you hear the horses?
'Cause here they come

Run fast for your mother, run fast for your father
Run for your children, for your sisters and brothers
Leave all your loving, your loving behind
You cant carry it with you if you want to survive

The dog days are over
The dog days are done
Can you hear the horses?
'Cause here they come

The dog days are over
The dog days are done
The horses are coming
So you better run

martes, agosto 16, 2011

Polluelo

Nunca has tenido aquella sensación de que te hace falta espacio, un rincón donde poder quitarte una de tantas máscaras que tienes.

Es como si tuvieras varios pulmones, como las vacas estómagos. ¡Vaya, 4 estómagos!, ¿Puedes creerlo?, Yo no pediría nada más en la vida que cuatro estómagos... bueno, también pediría comida suficiente, porque si sentir hambre con un solo estómago es desquiciante, ahora imagina sentir eso cuatro veces, como pequeños polluelos pidiendo comida a su madre; y ¿si su madre solo tiene una pequeña lombriz? Oh pequeños polluelos, yo les daría mi pedazo de lombriz felizmente, básicamente porque no me gustan las lombrices, digo, tengo límites aunque muera de hambre. Ahora, si en lugar de lombriz fuera una hamburguesa, entonces sí, ¡pudranse polluelos! pues porque tengo cuatro estómagos que alimentar... en caso de que los tuviera, claro.

Dejando a un lado los dilemas alimenticios, en enfocándome en lo que tengo que decir, bueno, he tenido una urgencia de buscarme un rincón donde quitarme una de las máscaras. ¿Cuál de todas? -te preguntarás-. Una de tantas -te responderé-, pero como no tengo tiempo ni las ganas para juegos de palabras, pues te lo digo así, directo: Cortos.

He visto cortos, he visto exposiciones de fotografías, he visto mi reflejo en el espejo y vidrios, donde pese a mi natural complejidad he notado que hace falta entre el exterior, mis manos y mis ojos un objeto, una cámara.

Mi percepción.

Siempre he preferido lo escrito a lo gráfico, principalmente porque siendo escritor le dices al cerebro del lector lo que quieres que vea, cómo lo vea y en qué momento lo haga. El hecho de que te lean y dejar que entren en tu cabeza permite también entrar a la cabeza del lector, a su mente, donde si bien cada lector puede imaginar cada frase a su manera, y ninguna de éstas se repetirá en otra cabeza, también es  cierto que el escritor le da un bosquejo por el cual guiarse, en otras palabras, el escritor se ve en cada versión de cada lector. Y hasta aquí con mi plan malévolo de conquistar al mundo.

Lo segundo que prefiero es es pintar, porque se tiene un alto nivel de control con lo que se crea, aunque este "control" tiene que ver mucho con la habilidad para poder plasmar exactamente lo que se tiene en mente. El atractivo para mí, es precisamente el control.

Lo que no he intentado es la fotografía, principalmente porque se rige por la ley "la realidad es lo que tienes y a ver qué puedes hacer con eso", ¿cuál es el atractivo? Bueno, una noche mientras regresaba a casa y lloviznaba me percaté de que la ciudad no se veía tan mal, con esas diminutas gotas reflejando la luz de los faroles, al fondo oscuridad y soledad, la soledad en calles vacías perturbadas solo por mi presencia y el tintineo de las gotas en el pavimento, árboles reflejando sombras tétricas pero pacificas, de pronto me pareció interesante mostrar a los demás cómo veo mi mundo, lo cual también es un gran reto. Soy complicada y no prometo el que pueda lograr capturar en una imagen a los demonios que me rodean.

Entonces he decidido entrar a lo gráfico en general, sin dejar mis letras, claro, lo que da origen a mi nuevo retoño. Es pequeño, y calvo, así que solo míralo madurar como lo han hecho mis blogs.

Asperger. Como su madre.

Y eso es todo lo que tengo que decir sobre esto.

PD. Creo que es un bono extra el que no pueda decir Tumblr sin balbucear al final.
PD2. Por ahora solo cuenta con imágenes que me gustan, de hecho estará conformado por imágenes, tanto mías como ajenas. Tumbrlrlrlr.

jueves, agosto 04, 2011

Y ¿Qué Ha Pasado?

La Dama de Shalott - John William Waterhouse
Alohomora


Me senté frente a la computadora, inspirada, pensando: Muy pocas cosas quedan perfectas, esta vez es una de ellas, pasará desapercibido para la mayoría, lo sé, pero los pocos que lo noten me deberán un gran favor por educar sus oídos, por darles un masaje musical... ¿Y si no tienen bocinas? pues que masajeen manualmente sus orejas, dicen que es muy relajante.

Entonces miré discretamente a mi alrededor. No había ningún vigilante, tal vez una mancha en la mesa, y entré al portal donde aparecieron las clásicas casillas de identificación y... y... y nada, la contraseña olvidada, entonces decidí que era buen momento de ocuparme de la mancha. 

¿Porqué preocuparse si siempre hay un link para los inadaptados que olvidamos esas cosas? Entonces enviaron un link para reestablecer mi contraseña, link que irónicamente pedía mi nombre de usuario, Perfect, Louis, perfect. Burn it all! Por lo regular mi nombre de usuario tiene alguna relación con mi contraseña y viceversa, lógicamente los mandé al carajo porque si recordara mi usuario, también recordaría mi contraseña. ¡Círculos!

Againts me

Ahí estaba tratando de trabajar mientras mi cerebro se ocupaba de no poner atención a la trova que mi jefe había puesto de fondo para liquidar lo poco del entusiasmo que quedaba al despertarnos por la mañana en una oficina donde el aroma del café aún no llegaba y una plaga de mosquitos nos atacaba.

-Quizá deba rociar un poco de insecticida, tal vez mi alergia contra el insecticida se haya curado mágicamente, tal vez mi gen mutante se haya activado y ahora puedo regenerarme y nunca morir como Wolverine, o tal vez, y solo tal vez, mi condición sea la misma, entonces no sería sano rociar insecticida.

-Si quieres lo rocío yo para que no se considere suicidio- sugirió mi amigo Bogus. Creo que es una maldición que no sea imaginario.

Los pros y contras de que un amigo sea o no imaginario puede decidir entre ingresar a un hospital psiquiátrico o a una lobotomía. ¡La vida es tan complicada aveces!

-¿Le gusta la trova, señorita?- me preguntó mi jefe.

-La soporto- contesté tratando de ser neutra y sin ofender los disgusto musicales de terceros.

-Lo que pasa es que a esta mujer le hace falta estar enamorada para que escuche música romántica- opinó Tercero.

-Sí escucho música romántica- respondí, aunque el termino no me agrade del todo.

-A ver, ¿a quién escuchas?

-¿Yo?, pues..., este..., escucho a... a..., bueno, pues..., mmm..., eh...

Y ahí me tienen haciendo un análisis mental sobre cientos de nombres que sean conocidos y tengan algo que ver con cursilerías que me gusten. Tarea sumamente dificil. El único nombre que salió después de ver sus caras asintiendo sabiamente dado que mi silencio les daba la razón fue Bunbury.

Unos ojos en blanco hubieran bastado para hacerme entender que no era suficiente. Demasiado  gris, supongo.

La Duda

Son de esas críticas que me dejan pensando en una buena respuesta. ¿En qué me afecta? se preguntarán, pero para alguien que es adicta a la música como lo soy es importante tener un criterio abierto. De los miles de títulos que tengo almacenados en mi memoria algo debe andar por ahí.

La respuesta, como siempre suele ocurrir, llegó en el momento más inesperado (o menos esperado, como quieras verlo): The Tourist. 

Me negaba rotundamente a verla por el esqueleto parlante que sale junto a Johnny Depp, pero Bah!, ¿a quién rayos importa? Y entonces en mi escena que se convirtió la favorita de la película se encuentra Frank (Johnny Depp) parado junto a un muelle viendo cómo Elise se aleja diciendo en voz baja "But, I love you" (lo mejor es su cara de circunstancias con la que se queda Frank) y de fondo para perfeccionar el cuadro, muy levemente se escucha una voz, unas cuantas estrofas y la reconozco, ¿cómo no iba a reconocer un gusto culposo mío? Pobres hijos con jorobas los míos, quién soy yo para renegar de mis retoños vergonzosos... a solas, claro. 

Katie Melua. Sencillo, rápido, lógico y romántico. Katie Melua con su A Million Bicycles In Beijing, y ahora con No Fear Of Heights la hacen una de mis niñas con jorobas (muchas jorobas) y mi mejor respuesta para una pregunta como aquella.

Ahora puedo dormir tranquila. Y avergonzada también.