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domingo, abril 01, 2012

En El Medievo

¡Albricias!

Sería mi saludo matutino frente al espejo... si es que recordara cómo es eso de usar la boca para formar sonidos entendibles en vez de sólo gruñidos y maldiciones indescifrables a las horas madrugadoras en las que solían despertarse aquellas buenas gentes de la aldea.

Ah, la vida por tierras medias sería fría y húmeda. ¿Vivir en Winterfell? sí, un buen lugar para la conservación de deliciosas nieves de limón y tiramissu.

Todas estas ideas empezaron a llegar después de que los últimos meses estuve sumergida en ese mundo de caballeros, armaduras, conspiraciones y traiciones que tan bien se sazonaban en el siglo XIV. Hay que ser justos, las maquinaciones y traiciones se sazonaban en diferentes fuegos, quizás se debiera a que las llamas de la madera de los bosques de Fangorn eran más abrazadoras.

Tiffa dijo "Imagínate cómo hubiera sido vivir en esos tiempos"

Bien, pues imaginemos.

Supongamos que milagrosamente mi vida no hubiese sido bruscamente cortada por la inquisición, que no hubiesen sido lo suficientemente despiertos para ver a la revoltosa que hay en mí y que por lo consiguiente hubiera llegado sorprendentemente a esta edad.

Imagina: vestidos largos, cabellos trenzados sin que nadie pudiera reprocharte la falta de fijador. Las comidas. ¡Albricias! Las deliciosas comidas con mantequillas hechas en casa, leche de vaca, quesos y aquellos panes blancos que Heidi se comía gustosa y guardaba otros tantos para su abuelita. Las comidas siempre bien provistas de vino y un gran manjar en medio de la mesa con una manzana en el hocico y por las noches las fogatas y las danzas alrededor de ellas celebrando las virtudes de la fecundidad que la diosa madre nos da al término de la cosecha.

Salgo de casa para encontrarme de frente con grandes praderas, montañas y neblina. Siento la brisa helada cortándome la piel y el aroma a humedad con la cual llenar los pulmones hasta que reventasen. Camino por la hierba mojada que humedece mi falda haciéndome titiritar dentro de un abrigo de pieles de oso cazado por mi hermano una luna antes. 

Después, más adelante, encuentro un espeso y oscuro bosque con su hervidero de sonidos que hacen olvidar la soledad del camino. Miro pájaros y escucho el silbar del viento al atravesar el bosque, el crujido de la hierba y pequeñas ramas en cada paso, el corretear de miles de roedores y después, recordar que temo a los bichos y a las ardillas y así que aprieto el paso; incluso comienzo a cantar para espantar a las sabandijas de mi alrededor.

Oh, pero los caminos no son seguros para una joven damisela, así que con mi espada aparto los obstáculos, rehúso una que otra invitación de unirme a las filas escocesas en contra de los Ingleses. "Me uniré a ustedes, caballeros, cuando vuestro señor Wallace me invite en persona", dar media vuelta  e ir a cazar un venado del cual sólo como una parte y el resto lo envío a los amigos gitanos que no han tenido mucha suerte en los pueblos vecinos, a cambio, ellos me regalan unas hermosas botas hechas con el cuero del venado, pues no hay que desperdiciar nada del regalo con el que la madre  naturaleza nos ha honrado.

Seguir el camino por altas montañas y me detengo solo para mirar la grandeza que me rodea. Visito uno que otro castillo y dejo que la arquitectura y los frescos un poco faltos de detalle, me impresionen. Acepto una invitación a cazar por la mañana pero rechazo la invitación a cenar pues debo escribir una larga carta en letra cursiva y con pluma de lechuza a la luz de una vela que desprende bastante humo y no comenzar un incendio en el intento. Creo que esto es lo más peligroso de toda la jornada.

Miro la flama y no puedo evitar recordar cómo es que envenenaron al escribante de Felipe el Hermoso con una vela.

A la mañana siguiente y tras una ducha incómoda porque hay damiselas a todas horas tratándome como una minusválida salgo a montar un hermoso corcel, cazo un poco para llevar comida a mi aldea y regreso a tiempo para ver el sol meterse tras la gran montaña y sentarme en el pórtico a escuchar la agradable charla de los viejos mientras afilo mi espada porque "winter is coming". Wallace tendrá que esperar.

Y bueno, eso es lo que le pediría al genio de la lámpara maravillosa... y café, mucho café.

jueves, junio 16, 2011

CV (Quam Valgus)

No sé ustedes, pero a mí me choca eso de buscar trabajo, eso de intentar arrendarme no se me da porque por lo regular, en las primeras entrevistas te das cuenta de que tu jefe será un idiota, y si no lo es entonces no te contratan.

Eso de "nosotros le llamamos" me suena a "estamos buscando a alguien más", el proceso de selección es algo necesario pero no por eso agradable. Los empleadores suelen buscar a personas con mentalidad de servidores incondicionales, gente normal que viva para trabajar y dedicar su vida a una empresa que de seguro lo despedirá después de 10 años para no pagar pensión.

Me veo en la necesidad de buscar nuevo lugar de trabajo por ciertos inconvenientes e incongruencias con el tipo de Recursos Humanos y su asistonta la Srta. Babas, entonces una vez que comienzan a fastidiarme se vuelve una competencia de a ver quién renuncia primero o quién despide primero, y como soy muy competitiva, pues ya voy preparando mi ruta de salida.

Si algo me fastidió ayer mientras tenía fiebre (me sentía débil por no sé que cosa), fue trabajar en mi CV que según un profesor era el documento que nos presentaba y nos vendía al mejor postor, y es aquí donde presento mi QV. Ojalá pudiera presentarlo en mis entrevistas sin que me azoten la puerta en la cara.

QUAM VALGUS

I. Antecedentes Personales

Nombre: Para rápido, puede llamarme Marcia, mis apellidos nunca los usan.
Fecha de nacimiento: ¿Para qué, piensa darme una regalo el día de mi cumpleaños?, No lo creo.
Edad: Soy joven mayor de edad que es en realidad lo que le interesa.
Nacionalidad: Soy morena y tengo la estatura promedio de este país, ¿Qué no se me nota?
Estado Civil: Aún conservo mi racionalidad, gracias.
Dirección: Voy a llegar puntual, usted no se preocupe.
Tel: ¿Para qué, para que me moleste en mis días inhábiles?
E-mail: Ja, como si pudiera usar el messenger en el trabajo.

II. Antecedentes académicos:

Los suficientes como para atreverme a solicitar el puesto que ofrece, así que quédese tranquilo. Como si poner el título obtenido me asegurara un trabajo. ¡Pamplinas!

III. Experiencia Laboral

He visto Iron Man muchas veces, créame, tengo experiencia.

Bueno, se lo pondré de esta forma: jamás me han despedido, y cuando renuncio por lo regular mis jefes se tiran al piso, se arrancan la camisa y no sueltan mi pie hasta después de una hora; nada más eso le digoadvierto.

IV. Idiomas.

Hay algo que se llama "Traductor" de Google.

V. Aptitudes

Soy rara, soy especial, genial, inventiva, creativa, sarcástica, egolatra, controladora y poseo una inusual habilidad para matar zombies en el Resident Evil que, según dicen, me da la misma habilidad para manejar armas de fuego reales, sé la ubicación de venas y arterias en el organismo y el no contratarme lleva consigo una demostración de lo anterior.

... Ah,  algunos dicen que puedo parecer amenazante, pero no se ha comprobado hasta ahora.

VI. Extras

Le voy a dar la oportunidad de que me haga su empleada y una vez contratada no querrá soltarme.

V. Estado Psicológico

Mire, evitémonos problemas, le aseguro que mi estado mental no pone en peligro su salud o el de la empresa siempre y cuando no me ponga frente al volante de un automóvil o corra con unas tijeras o cuchillo en la mano... o simplemente corra. Si evitamos esto y mantiene mi área de trabajo con buena ventilación (por cierto, soy claustrofóbica) nos vamos a llevar muy bien. Ah, se me olvidaba, evite la mala música, eso me puede alterar un poquito, solo un poco.

PD. Ahí se los dejo para que lo usen a libre voluntad.

martes, febrero 22, 2011

Bosquejos

Uno no elige el momento ni el lugar. Tan pronto como llega se va. Si eres lo suficientemente afortunado y medio listo la atraparás entre carbón y papel para después manejarla a tu gusto porque a veces solo conservando su esencia es suficiente. 

Para mí, el momento fue esta tarde mientras escuchaba Slipknot:


El primer momento:

El segundo:


Mi libro: 

Y Elionor, mi taza: 


Anoche me preguntaba el porqué de esta confusión. No he resuelto nada pero pude comprar tiempo... un poco de tiempo para esta cabeza mía...


PD. Nadie aseguró que la inspiración durara hasta estas horas de la noche.

lunes, enero 17, 2011

El Hambriento

Este fin de semana tuvo un resultado interesante.

Me encontraba la mañana del sábado tratando de develar mi falta de sentido común para mis hábitos alimenticios. ¿A quién se le ocurre programar un desayuno a las doce del día con una persona cuya puntualidad no figura entre sus muchos talentos? Pues a mí, claro.

Si a la impuntualidad le agregamos que mis instintos me hacen despertar en el momento en que un molesto rayo de sol matinal se filtra por la ventana (hablo de más o menos de 7:30 a 8:00 de la madrugada) pues como que no me hace muy lista eso de programar mi desayuno a una hora en que ya no es desayuno. A las doce del día mi estomago requería un alimento más sustancial aparte de mi cereal mañanero.

Para distraerme lo que fueron después tres horas de retraso de mi hermana me puse a ver qué me ofrecían los blogueros, me encontré con una convocatoria muy interesante en la cual no había pensado realmente, pero el hambre me ayuda a entrar en un estado alucinado por lo que en mi cabeza se empezaron a formar varios bocetos y como mis únicas opciones eran escribir esas ideas o empezar a mordisquear mi brazo, empecé con lo primero sin olvidarme por completo de lo segundo.

La convocatoria es sobre Poe y su próximo cumpleaños este 19 de enero. 

Antes de leer mi poema, obviamente inspirado por el de El Cuervo deben comprender que en verdad me moría de hambre y para apreciarla en todo su esplendor deben de estar familiarizados con el original el cual pueden leer aquí si es que han sufrido un derrame cerebral y no lo han leído con anterioridad o si ya ha pasado largo tiempo desde su ultima lectura.

Como sea, redobles por favor:

El Hambriento

Una vez, al filo de una aburrida noche,
mientras solo y sobrio alucinaba,
inclinado sobre un grueso e incomodo libro de pasta gruesa,
cabeceando, casi babeando,
oyóse un súbito y fuerte golpe,
como si suavemente derribaran,
derribaran la puerta de mi cuarto.
Es - dije gritando- ¡Es la una de la mañana!
Así empezó todo... y lo demás.

¡Ah! Aquel mal recuerdo de un miserable diciembre.
Envases de botellas vacías esparcidas por el piso
ansioso deseaba una de vino llena,
rogando a los analgésicos dieran tregua a mi dolor,
dolor estomacal por la pérdida de la cena
la única y abundante comida.
Aquí solo me quedé sin comer nada más.

Y el gruñir vago, triste, fuerte de mis intestinos
me llenaban la mente de abundantes maldiciones.
Y ahora aquí, en pie, acallando el gruñir de mi estomago
repito: "es el repartidor, la puerta de mi cuarto queriendo derribar,
algún repartidor de pizzas que llega 30 minutos tarde y quiere cobrar.
Eso es cinismo y nada más"

Ahora mi estomago reclamaba alimento y ya sin titubeos:
"Repartidor- grité-, repartidor en verdad tu paciencia imploro,
más el caso es que tan tarde viniste a tocar,
más bien, a derribar la puerta de mi cuarto
que apenas puedo creer mi puerta intacta"
Y entonces abrí la puerta:
"¡Silencio!" gritó mi vecina y todos los demás.

Espiando por el visor de la puerta permanecí largo rato,
esperando, injuriando, maldiciendo al mortal que osó bromear,
más el perro de enfrente comenzó a ladrar y ni cómo hacerlo callar
y tan solo se me ocurrió que mi hambre me hacia alucinar.
"¿Repartidor?" pregunté en un susurro y el perro devolvió un aullar.
¡Estoy hambriento y el perro me ladra, además!

Volví a mi cuarto, mi hambre toda, toda mi hambre creciendo dentro de mí
no tardé en oír tocar de nuevo con mayor fuerza.
Ciertamente- me dije- ciertamente alguien esta jugando cerca de mi ventana.
Dejad pues que vea quién es el que juega allí, y así pueda retorcerle el cuello.
Dejad que a mi se acerque el embustero y así pueda retorcerle el cuello.
Esto advierto y nada más.

De un golpe abrí la puerta y con suave aroma a queso
entró un gran repartidor de los altos y fornidos,
sin asomos de arrepentimiento y con un semblante fiero,
y con aires de gran señor o más bien, de luchador
fue a pararse en la entrada, en la entrada junto a la puerta.
Esto hizo sin decir algo más.

Entonces este repartidor cambió mis injurias por una sonrisa
con su grave y severo semblante del aspecto en que se revestía.
Aún con tu semblante atemorizante -le dije- no me asustarías
repartidor fuerte y amedrentador, no me amenazarías.
¡Dime ¿qué es lo que argumentarías?!
Y el repartidor dijo: Si te lo dijera ¿inmediatamente me pagarías?
Esto dijo y nada más.

Cuánto me asombró que repartidor tan desmesurado
pudiera reclamar inmediatamente su pago,
aunque poco significaba su exigencia, poco pertinente era
pues no podemos sino concordar que ningún ser humano debe ser estafado
con la exigencia de un pago, un pago que no ha sido ganado
por el repartidor junto a la puerta parado.
No señor, ¡Jamás!

Más el repartidor parado, inmóvil, sereno junto a la puerta
había requerido que en el acto pagara la cuenta.
Nada más dijo entonces, no me daba ni la pizza
y entonces me dije apenas murmurando:
"Otros se han retrasado antes, tal vez me dará una escusa"
Luego el repartidor dijo: Son ciento veinte nada más.

Sobrecogido al romper el silencio tan impertinentes palabras
sin duda- pensé-, sin duda piensa que le voy a pagar. Su aspecto capaz de asustar
debe ser su única arma, solo un semblante adquirido,
no puede ser amenaza en más de un sentido,
es solo un "niño bonito" y no más.

Más el repartidor arrancó de mis deducciones una sonrisa.
Me senté en el viejo sofá frente al repartidor, la puerta y la pizza
y entonces hundiéndome en un hueco del sofá
empecé a pensar en alguna solución en particular,
en alguna excusa que hiciera a este repartidor retrasar
mientras mi hambre aumentaba cada vez más.

En esto pensaba, sentado sin decir palabra frente al repartidor
cuyos ojos me taladraban como si lo hubiese ofendido.
Esto y más pensaba con la cabeza inclinada
mientras solo la televisión se escuchaba.
Mi cena tendría que esperar, ¡Hay! un poco más.

Entonces me pareció que el hombre se impacientaba,
y se acomodó en una posición que amenazaba.
¡Miserable- dije-, tu jefe te ha conferido una entrega.
Una entrega por teléfono solicitada!
Apura, oh apura tus futuras entregas.
Y el repartidor dijo: Supongo que de propina ni un peso más.

¡Profeta -exclamé-, repartidor impuntual!
Profeta si es que no te funciona pizzas entregar.
Por la rapidez del cocinero del que dependemos tu y yo
dime si algo te ha hecho retrasar. Dime, dime, te lo imploro.
Y el repartidor dijo: Fueron solo cuarenta minutos, nada más.

¡Profeta -exclamé- considera otra carrera!
Repartidor ¡No!, seas puntual o impuntual,
por ese aroma que se extiende sobre nosotros
dile a esta alma hambrienta si el ingrediente principal
es anchoas lo que alcanzo a olfatear.
Y el repartidor dijo: Págala o no lo sabrás jamás.

Sean pues esas palabras tu señal de partida
-le grité más que furioso- ¡Vuelve a la pizzería!
No dejes pizza alguna que ha de estar ya fría.
Deja mi hambre intacta. Abandona de mi cuarto la entrada.
Aparta el aroma a queso y la cátsup como aderezo.
Y el repartidor dijo: Usted no cenará otra cosa más.

Y mi cena nunca llegó. Aún sigo esperando una pizza,
una pizza sobre el mantel de la mesa de mi cuarto.
Y los gruñidos que de mi estomago escapan
tienen la semejanza de un demonio contenido.
Y el olor a queso que por la habitación se respira
mi estomago no podrá ignorar por mucho tiempo más.

PD1. Es precisamente por lo anterior por lo que es considerado el desayuno la comida más importante del día, de lo contrario pueden tener resultados similares.

PD2. Si tres horas de retraso no eran suficientes, le agregué una más por no localizar el restaurante de comida china. ¿Nunca se han preguntado si las calles del centro histórico cambian de ubicación? Yo lo empiezo a sospechar.

PD3. La cara de Poe en la imagen es la que pondría si leyera lo que he hecho con su poema.

jueves, diciembre 16, 2010

Mi Árbol 2010

Como amante de las épocas presentes y mi rechazo a todo lo cursi me vi en el gran dilema de unirme a los compañeros de trabajo y adornar mi oficina con colores vistosos o dejarme invadir por el espíritu del Grinch, pero soy débil y cedí ante las tentaciones de sacar a relucir mi espíritu navideño.

Tales dilemas me invadieron ayer por la mañana, y como detesto esperar y tengo buena memoria y habilidades insospechadas recordé que cuando recién entré a trabajar mi oficina se encontraba con adornos navideños, entre los cuales había un miniárbol y unos pocos adornos, no suficientes para mi exigente y desmesurado gusto contradictorio a toda mi personalidad, fue entonces que encontré una curiosa bolsa con pequeñas y sencillas figurillas que terminaron por convencerme que Zeús las había puesto a disposición desde hacía mucho tiempo (hace apenas poco más de dos meses), así que usando mi no muy despreciable ingenio adorné el pequeño árbol.

Redobles, por favor:

Me enorgullezco en presentar Mi Árbol Navideño 2010:


PD1. Sí, son calaveras y calabazas, no pude lograr que las arañas y fantasmas permanecieran en el árbol.

PD2. Quería poner una bruja sobre su escoba en vez de la estrella pero no se veía.

PD3. Perdonen el terrible photoshop pero aquí solo cuento con Paint.

PD4. La ardilla no tiene nada qué ver. Encontré la foto mientras buscaba  las de mi árbol y es una de las asesinas que habitan CU.

jueves, agosto 26, 2010

Cosas Que Hago Para Distraerme

1. Escribir éste post.

2. Repetir indefinidamente In The City de Razorlight hasta que me muera o me aburra. Lo que suceda primero.

3. Comentar la canción: Me encanta, tiene el efecto que yo llamo "Locomotora", lo que quiere decir que empieza en tono lento con sólo guitarra, después silencio y vuelve a comenzar con un poco más de ritmo, así dos veces más hasta que al final se oye la bataca a todo lo que da y te encuentras cantando/gritando: "It´s all right, it´s all right" y moviendo la cabeza convulsivamente hasta que quedo desorientada... suponiendo que lo haga, estoy en la oficina y no pued... no DEBO hacerlo. ¡Oíste Ann, NO DEBES HACERLO!

Ok, es inevitable.

4. Ignorar con todas mis fuerzas las malditas canciones de adoloridos que pone mi nuevo vecino a todo volumen. ¿Porqué rayos no se va a una cantina a ahoga su pena, su cabeza o lo que sea y deja de estarme jorobando con sus porquerías?

... people so strange, people so strange...

¡Jebús! En verdad adoro ésta canción ¿En que estaba? ah, sí: en el número 5.

5. Comiendo una paleta de piña imaginando que es de hielo.

6. Preparando la formula perfecta para un mokaccino.

7. Después de una hora cambie de canción: Wire To Wire del mismo de arriba.

8. Tratando de no cantar el estúpido corito: Love me wherever you go.

9. Concluyendo que no soy tan lista por no cambiar de canción. ¡Carajo!

10. Logré el mejor mokaccino de la historia.

11. Preguntándome ¿Porqué carajos repetí la canción?.

12. Tonteando en la red un poeta me hizo reír. 

13. ¿Porqué todo mundo odia las matemáticas?

14. Tratando de continuar con mi nuevo proyecto. No, no es un novio, es una nueva idea que apenas alcanzó dos capítulos y ¡¡puf!! Desapareció.

14.1. Aquí entre nos: Sé que estoy loca y demente, pero me gusta la palabra PUF, me hace reír... sí, sé que soy una simplona o loca... o simplona. Bah!, déjemoslo en loca simplona.

15. Regrese con con In The City. 

16. Wow. Alguien grita abajo.

17. Me choca esto. Tenía la idea desarrollada hace apenas 48 hrs, pero por no plasmarla toda en el momento ya no puedo, se quedó ahí, bueno mejor dicho: se quedó aquí (señalo mi cabeza) trabada.

18. Cantó bajito, tapándome la boca con la mano porque hay un intruso imprimiendo en mi oficina. Requiero de todo mi autocontrol para no mover la cabeza. Mi pie responde al aumento de presión:

Still always
Looking for you
Looking for you
In the city last night

People so strange
People so strange...

19. ¡Con mil demonios! Ahora el intruso chifla las canciones de adoloridos.

20. Hey! un beso en la lluvia... o un beso en la ciudad... mejor un beso en la boca. Bueno, todo depende de quién te dé el beso. Seh.

21. Mantra de la próxima media hora: Piensa en otra cosa, no pienses en tus dramas Shakespearianos, piensa en otra cosa.

22. Patentar la palabra "Shakespearianos"

23. Mantra del resto de mi vida: El universo me odia, el universo me odia, el universo me odia.

24. Buscar imágenes de Mantarrayas. Cada vez que escribo "mantra" en mi cabeza veo una mantarraya. Parecen platillos voladores. Me recuerdan a Nemo y a Dori. Yo imito la voz de Dori y hablo crustáceo exactamente igual. Por sí algún día necesitan un traductor de dicho idioma, no cobro caro. 




25. Son las 4:12 pm, me restan una hora y cuarenta y dos minutos encerrada en la oficina ya ya voy en el número 25. Ésta lista va a ser muy larga.


26. Me acordé de una conversación con Tiffa que  me hacer reír. En una de ésas trataba de ver si podría darme alguna explicación de mis rarezas y le escribí:


"¿Porqué cada vez que quiero escribir gracisos escribo gracisos?, ¿ves?, a éso me refería"


27. Ahora que tengo tiempo de hacerme las preguntas más interesantes de mi vida se me viene una muy importante a la cabeza: ¿Porqué cada vez que canto Lacrimosa de Regina Spektor, precisamente en la parte de "Lacrimosa" me sale de forma orgásmica? Gracias a Jebús que siempre canto a solas, sino imagínense lo que los mal pensados dirían de mi.


28. Algún día de estos juro que caeré por el barandal, todo por no bajar a recoger las cosas que me mandan y estarme estirando para alcanzarlas.


29. Ya viene, aquí llega. Agradezcan a doña Inspiration que les ahorrara leer varios números más de esta lista.


Y ésto, queridos lectores, es lo que provoca el haber terminado mi libro y no traerme otro. 

martes, julio 27, 2010

Consejos

-No juegues- dijo de inmediato Hermione.
-Diles que estas enfermo- añadió Ron.
-Finge que se te ha roto una pierna- sugirió Hermione.
-Rompete una pierna de verdad- dijo Ron.

Sí ya sé, obviamente ya adivinaron qué libro acabo de leer, pero Rowling despierta mi imaginación y me preguntó qué tantos buenos consejos he dado y he recibido a lo largo de mi vi... bueno, a lo largo de lo que mi mente puede recordar ahora antes de salir a comer.

El primero que se me viene a la mente es el del volado,  que le dí a mis Sista hace unos cuantos post, veamos...

Mmm, no, pues creo que antes de comer como que no tengo memoria, eso o de seguro los consejos que me han dado ni siquiera los he escuchado, eso puede explicar mucho de mi suerte. Vaya, me preguntó que buenos consejos me he perdido a lo largo del camino, y aunque creo que no soy rebelde a lo tonto, el simple hecho de que alguien tenga poder sobre mi vida como que me bloquea, me protejo de influencias.

Sí, sí, algún sabio dirá que los consejos son buenos, pero a ver, hagan entender eso a alguna de mis otras yo... ¿ya la escucharon?, Ann ya mandó al carajo al que se atreva. Soy bien irracional.

¡Ajá!, miren lo que son las cosas, se acuerdan de aquella situación que suele ocurrir que cuando buscas algo encuentras algo que no estabas buscando, bueno acabo de recordar un acto reflejo: Cuando alguien me dice princesa, suelo responder automáticamente "Princesa tu madre, cabrón"

Oh sí, yo la señorita buenos modales, la mujer que no dice groserías porque se ve muy feo y se sienta con las rodillas juntas como buena niña tengo ese reflejo, yo lo adjudico a que odio los clichés que se le asignan a la mujer, como ese de que una debe de estar en la cocina, creo que por eso odio con toda mi alma cocinar... por eso y por que lo que cocino aunque puede ser comestible y no mata, puede saber al más cruel de los venenos jamás inventados.

¿Qué tiene que ver esto con los consejos?, ah, pues para un futuro, te aconsejo que no me digas "Princesa" si quieres una contestación educada. ¿Qué cuándo me llamarían princesa?, pues se puede dar ¿no? ¡Carajo, Ann!, ¿tienes que verle un pero a todo?

Bueno, continuando con el desvío del tema del post que al final ya no tiene qué ver con el título, les aconsejo que lo vean como una caja de bombones a lo Forest Gump, puedes tratar de adivinar de qué se tratará el escrito al principio, pero no sabes qué es lo que encontrarás en él. Sí, la vida es una gran e inmensa sorpresa.

¿En qué estaba?

Vaya, otra cosa que acabo de recordar. Hace ocho días planté a un sujeto a la salida del trabajo, hice una cita y no lo esperé, pero como La Voz jode con eso no voy a disculparme, obviamente porque él no lee el blog, así que sólo voy a justificarme:
-A los diez minutos que había concertado la cita me llamó Tiffa para verme con ella en otro lado por que el fin de semana me había quedado con... bah, ¿qué rayos importa?, el punto es que le urgía verme e invitarme a cenar, así que preferí irme.
-Durante la concertación de la cita, el sujeto planteó sus límites de tolerancia (15 minutos), pero NUNCA hablamos de mis límites de tolerancia. ¿Cuánto tiempo se considera racional esperar a alguien a quién no he visto en mi vida y nunca he hablado directamente? Ya sé que ese era el objetivo de la cita. Ni modo.
-En una primera conversación por teléfono mencionó la palabra "enamoramiento", para mí eso es un mal augurio.
-Olvidé su nombre en cuanto lo pronuncio (sólo se me quedé con la inicial "R", si es que no me equivoco, lo cual era muy probable), por lo que no pude buscarlo después para aclararle la situación, sin contar que no lo ubicaba anteriormente.
-Lo hubiera dejado pasar como hago con todo lo que no me afecta directamente, pero por azares del destino, traducido a que su amigo me gritó ayer y casi me lo pone enfrente para que lo conozca ya lo ubico, desde entonces estamos jugando a los coqueteos, pero aclaro "Sólo porque estoy aburrida", ya saben, esos coqueteos de primaria: las miraditas, los visitas a personas cercanas a mi oficina (más de las normales... un momento ¿anteriormente lo hacía?, Who Knew?), y sin contar el montón de amigos que me ven casi diciéndome porqué no le hablo al susodicho.
La Voz me incita a que le hable y le de una explicación, ah, pero bendito orgullo. Ann no deja de decir "Que él hable primero". Ya sé que yo lo plante, pero en verdad ¡son tan sensibles!
¿Saben qué le aconsejaría a Rob?: ¡Hablame!
PD1. Para ser una persona muy segura de mí misma me cuesta mucho hablarle a nuevas personas, pero creo firmemente que me ayudaría que dejaran de tratar llamar mi atención con el "shh, shh", en verdad me exáspera.
PD2. ¿Ven como al final esto sí se trataba de consejos?

domingo, julio 25, 2010

Trols

Nunca lo he sabido- gritó Harry a Hagrid, para hacerse oír sobre el estruendo del carro- ¿Cuál es la diferencia entre una estalactita y una estalagmita?

Las estalagmitas tienen una "eme"- dijo Hagrid-. Y no me hagas preguntas ahora, creo que voy a marearme.

Ese Hagrid es Genial, pero ese no es el punto del post, sino el siguiente:

... Pero desde aquel momento Hermione Granger se convirtió en su amiga: Hay algunas cosas que no se  pueden compartir sin terminar unidos, y derrumbar a un trol de tres metros y medio es una de esas cosas.

Vaya!, de pronto se me antoja derribar a un trol, pero que sea como los de Harry y no como el de El Señor de los Anillos, que si viene acompañado de Logolas no me pondría tan exigente.


Sábado por la mañana:


Al rededor de las tres de la mañana recordé cierta venganza pendiente, así que sin pensarlo le mandé un mensaje a Tiffa:


"Hola Tiffa. La venganza es un plato que se come frío y ahorita tengo harto calor"


Esto fue por los mensajes a las cuatro de la mañana que ella me había mandado hace semanas ¿o eran meses?, bueno el punto es que me acordé y quise cobrármela, pero ella respondió:


"Jaja qué venganza? Yo estoy comiéndome las uñas con Heroes"


Obviamente eso jodía mi intento de venganza pero me daba una oportunidad de no fallar en el futuro: Si Tiffa estaba despierta a las tres de la mañana y por lo visto no tenía intenciones de dormir pronto, quería decir que iba a estar muy desvelada así que programé mi alarma a las siete de la mañana.


Sinceramente ignoré la alarma a esas horas de la mañana en sábado, pues porque era sábado e iba a ser totalmente imposible coordinar mis movimientos para tratar de despertarla de alguna forma, afortunadamente mi Sista me despertó a las ocho treinta y temerosa de que TIffa tuviera algún insomnio le marqué. No tardó en tomar la llamada lo que al principio me decía que tal vez sí estaba despierta, pero cuando no hubo ninguna voz de contestación supe que había triunfado, me habló o mejor dicho intentó hablarme con un balbuceo del que traduje: "Maldita Marcia, hija de tu...", bueno, lo siguiente ya no quise traducirlo, pero supe que por lo menos una me la había cobrado.




Llovía levemente y hacía frío. No había nada importante qué hacer, ando corta de fondos así que el plan era ir a desayunar con Tiffa para pagarle cierto préstamo y regresar a casa para unas cesiones de lectura, ver alguna serie o película con mi Sista, todo esto en pijama.

Pero ya saben, planes y yo nada qué ver.



El chipi-chipi era perfecto. Salí de casa mirando los cerros cubiertos de verde (cosa no vista desde hace bastante tiempo) y nubes bajas. Resistiendo mis impulsos de silvar compré un helado y me dirigí a encontrarme con Tiffa.


Llegando me dice que después de ir a desayunar quiere llevarme a un bar. Tiffa tenía planes de salir con su vecino gay, pero la canceló en el último minuto y no quería quedarse en casa, así que la opción de repuesto era yo. 


No estaba muy convencida de ir por lo planes que tenía, pero algo en su mirada y el estrés en su voz me hizo aceptar así que salimos a desayunar. Cuando terminamos nos dirigimos a comprar mi café mañanero cuando me empieza a decir que las cosas no le están saliendo muy bien, así que la intención de salir es estrictamente para relajarse.


Fuimos a un Internet para investigar las direcciones y horarios de algunos bares pero la lluvia empeoró lo que hizo que nos quedáramos varadas un buen rato en la entrada del local recordando viejos tiempos y contemplando la lluvia.


La relación entre Tiffa y yo es muy extraña, con ella me siento como si fuera Don Quijote y ella Sancho Panza, me refiero al hecho de que estoy loca, pero ella sigue mis locuras aun sabiendo que lo son, por lo cual creo que está más loca que yo, pero esa es otra historia.


Ambas hemos noqueado varios Trols y nos hemos ayudado cuando los Trols son los que nos noquean, y en este caso el Trol había logrado darle un buen golpe.


De los cientos de planes que hicimos y deshicimos en el transcurso de la lluvia terminamos en un local de vídeo-juegos desestresándonos por un rato (donde me apaleó en varios juegos), fuimos por bebida suficiente para cubrir la hora feliz en un bar y botana.


Nos dirigimos a mi casa donde cerramos la noche ¿o madrugada? con baraja. Curiosamente los primeros juegos los perdí, pero conforme mi nivel de alcohol aumentaba mejor me iba en el juego.


Terminé ebria... bueno, de hecho demasiado ebria, Tiffa se durmió y mi Sista se quedó platicando conmigo hasta las cinco y media de la mañana.


Creo que fue un buen fin de semana porque Tiffa se marchó bien, se veía completa y dispuesta a seguir adelante después del daño recibido, pero lo mejor fue que antes de que se fuera hice que las tres: mi Sista, Tiffa y Yo bailáramos Chelsea Dagger al estilo can-can... Ok, tal vez decir que "bailamos" fue una exageración, "intentamos" quedaría mejor ya que nunca pudimos coordinarnos para poder empezar con el pie indicado y terminamos dándonos de patadas, pero la intención y el ridículo es lo que cuenta.


Ahora sólo me queda limpiar mi varita del moco de Trol que se quedó pegado a ella. ¡¡Ewww!!