No estoy mejor, pero día a día, es más fácil fingir que lo estoy.
Ahora tengo dos pensamientos prohibidos: Tú, en el top de la lista. Temas que no debo tocar porqué aún es insoportable la realización del nunca.
Últimamente se me vienen a la mente pequeñas palabras que me decías. La última que me quebró el alma fue tu usual pregunta cuando me escribías temprano "¿Estás yepeta?" Era la señal de que estabas de buenas y buscabas algo, me buscabas a mí para cualquier tontería que se te ocurriera antes de las diez de la mañana. El sólo escribirlo me rompe de nuevo.
El segundo pensamiento prohibido, no me rompe, pero sé que no es correcto: "La muerte es fácil, y no sabes cuánto la deseo" día a día no hay uno sólo en que la idea no venga a mi mente.
Cada día es una montaña rusa en cuanto a pensamientos y sentimientos, nada es estable. Una canción parce bien en la mañana, pero después es un tormento.
Me mata la soledad a la que estoy condenada. Nadie me entiende como tú y ahora duele más cada día, porque no te tengo para compartirte mis miedos, mis canciones, mis ideas... tomo fotografías de los niños, pero ¿para quién? Tú siempre eras mi remitente, y ¿ahora?
No me había dado cuenta de que muy poco lo guardaba para mí. Todo lo compartía contigo.
Me sentía orgullosa de pensarme independiente, !Qué gran mentira! desde que te conocí jamás lo fui. Justo ahora que ya no estas me doy cuenta de esto.
Estoy tan rota, tan incompleta. En ningún momento mejora y temo que sea así de ahora en adelante.