No tengo amigos.
Tres palabras expresando un montón de ideas, pero cuál era el sentido de ellas en esta ocasión. Si lo hubiera podido escuchar, si siquiera por unos instantes le hubiera prestado la mínima atención a su comentario sabría exactamente qué responder ahora.
No tengo amigos.
Lo repetía una y otra vez tratando de adivinar el significado... "adivinar el significado"
¿A caso no habría algo más explicito en tres palabras?, ¿cuántos secretos pueden guardarse en tres palabras? Quizás no muchos, quizás guarde solo uno, el significado literal de la oración, ¿Qué más podemos pensar a parte del sonido de estas tres palabras?
No tengo amigos.
Wow!, una confesión, sin duda, en toda regla. La descarga de una verdad como si fuese un secreto que alguien pueda guardar.
No tengo amigos.
Es obvio que todo mundo puede guardar y esconder algo, pero qué complicado es ocultar una ausencia, ocultar algo que no puedes ocultar porque no le posees. Ocultar huecos es lo más complicado que se puede hacer en esta realidad... y en otras también.
No tengo amigos.
¿Es una ofensa? ¿Cuántas personas hay a nuestro alrededor sin que las consideremos amigos nuestros? Yo mismo estoy alrededor de muchas personas, ¿para cuántas de ellas no soy más que un tipo más? Esta afirmación es una ofensa.
No tengo amigos.
Proyecciones. No tiene amigos porque no es un amigo. Es regla general querer ser algo que uno no es; os obligatorio desear algo que no está en nuestras manos adquirir. Solo un idiota puede desear algo que ya tiene.
No tengo amigos.
No tiene amigos porque no quiere amigos. No es objeto inalcanzable, no es un deseo irreal y no es tan complicado de adquirir, si no tiene amigos es porque no los quiere.
No tengo amigos.
Quizá, tristemente, nadie quiera ser su amigo.
... Y entonces con voz amarga soltó el "No tengo amigos" seguido de sonoras carcajadas, por fin había entendido el final del chiste.