lunes, enero 31, 2011

Fiesta Aburrida

¿Qué se puede esperar de una fiesta donde no hay alcohol? Nada bueno, obviamente, pero ¡qué rayos!- me dije- tengo hambre, solo voy a comer mientras crítico a los asistentes con Lizzie, si tenía suerte quizá vería a mi prima y tal vez nos fuéramos a beber a su casa.

Estos fueron mis pensamientos mientras cambiaba de sala en la biblioteca, porque mi área que al principio estaba desierta no tardó en ser inundada por cinco jóvenes que se instalaron a leer y me miraban furtivamente cada tanto.

Si mis planes se iban al carajo, como siempre me suele pasar, ya llevaba en la mochila un libro para entretenerme.

Cuando iba a mitad de camino me marcó Tiffa para ir a comer. Opción que no hubiera despreciado pero ya era tarde, ya iba en la combi (D.F.: micro, metro ; Edo.: combi) además de que ya me había resignado a ver a un motón de extraños.

Llegué y Lizzie me recibió y condujo a la mesa donde ya estaba mi madre. No había música (lo cual puede considerarse bueno debido al horrible gusto de la prole), el espacio era reducido y todos los presentes voltearon a verme. Genial, me gusta ser el centro de atención tanto como a House le gusta ser amable. Nada qué ver.

Entonces me percaté de que la concurrencia estaba en su mayoría conformada por niñas fresas, alguno que otro emo y efebos pos-adolescentes por lo que me dediqué a bromear con Lizzie sobre las vestimentas. No me miren así, las opciones para pasar el rato eran  criticar o dejarme llevar por la gran tentación de organizar algún mitín u hoguera ritualista para danzar tomados de la mano. Creo que mis instintos wiccanos crecen en cuanto olfateo cristianos a mi alrededor, quizá sólo se trate de tendencias suicidas inconscientes.

Entonces en la siguiente mesa sale una melodía reconocible, una de mis favoritas e inconsciente dirijo mi mirada hacía aquella dirección, me pareció una gran coincidencia, sonaba Toxicity de SOAD y el tipo era un clon bastante decente de Daron Malakian, me le quedé mirando sin ser consciente de que él también me miraba. ¿Qué hacer? Soy bastante fácilota cuando alguien demuestra tener un gusto musical decente y una demencia notable. Lástima, tenía a una fulana a su lado que al darse cuenta de mi mirada comenzó a llamar la atención de Daron.

La melodía terminó y yo pasé a la sala para evitar tentaciones pues al parecer mi complejo "manzana de la discordia" está a niveles críticos desde hace un año y a un efebo de mi mesa le dio por ser el siguiente musicalizador de la tarde y puso reggaeton, si no quería comenzar una masacre con la botella de coca vacía que tenía en mis manos era mejor huir. En la sala estaba mi padre y tras ver que teníamos una opinión bastante similar sobre las fiestas sin alcohol me puse a leer.

Lo bueno: Para el próximo fin de semana habrá una reunión familiar bastante decente, es con la familia de mi madre en donde las bebidas etílicas son cosa hecha.

Lo malo: Escuché durante una hora todas las versiones habidas y por haber de "Las mañanitas"

La costumbre: Sigo siendo la variedad de las reuniones. Mientras estaba en la sala con mi padre mis opiniones divirtieron mucho a un primo que casi no trato y es que es esa maña de hablar irónicamente la que divierte a todo el mundo. Sin duda un objetivo de mi vida se ve realizado, ahora podré dormir tranquila.

PD. Sigo sin agenda. Obviamente.

miércoles, enero 26, 2011

Sick & Lea.. Library

Tenía que escribir una entrada en el otro blog, no en este. Como sea, a falta de agenda...

Llegué de la biblioteca después de una buena temporada de no haberme tomado el tiempo para visitarla. ¿He mencionado cuánto la amo? Es como ese enamoramiento que crece cuanto más tiempo tardas en ver a tu objeto amado, aquel enamoramiento que sólo aparece en los libros cursis. Así de cursi soy cuando se trata de bibliotecas.

Después de media hora visitando estantes, después de hojear todos los ejemplares de Jane Austen por un motivo personal me decidí llevar tres libros para pasar el resto de la tarde. Busqué un área vacía y me acomodé plácidamente con un paquete de pañuelos desechables a mi lado. Ahora son mis mejores amigos.

No pasó más de cinco minutos cuando un fulano se fue a sentar a mi área. Iba y venía, iba y venía; por lo regular no me hubiera importado porque tengo la facilidad de evocar lecturas autistas pero comenzó a hojear compulsivamente todos los libros a su alcance por lo que me decidí usar los audífonos. Terminé dos libros y tengo otros dos que terminar antes del fin de semana.

Después de procurarme alimento me dirigí a mi cuarto donde lo primero que puse fue I am The Walrus pero interpretada por Jim Carrey. Me relajó bastante. Después siguió una serie de vídeos del mismo, uno de ellos haciendo la parodia de CSI, ¡Jebús! aquello era muy peligroso en mi estado porque puedo escupir trozos de garganta si intento reírme. Asqueroso, lo sé. Es igual de doloroso.

Estaba atentando contra mi integridad por lo que me decidí a ver el vídeo de Stuck In The Moment de U2. Sí, es exacto lo que piensas, creo que una de mis yo quería suicidarme. Genial vídeo, ¿puedes creer que jamás lo había visto?, aunque fue una pésima idea verlo hoy, infectada de algún virus alienígena y con tendencia a moquear copiosamente. ¿Ya mencioné que me siento resacosa? No me quejaría si hubiera probado un solo trago de tequila en las últimas semanas, pero estoy tan seca como las fuentes de D.F. Necesito un poco de lluvia, en serio. Mínimo frío, de 3º a 8º estaría perfecto.

Dejando de lado las tendencias suicidas me decidí por Stadium Arcadium de los RHCP. Gran disco, nada recomendable ahora, mi cabeza comenzó a punzar. Es hora de retirarme.

martes, enero 25, 2011

Superficial

Me acabo de percatar que cada vez que estornudo digo "Shit". No es que me moleste estornudar si tan solo cada vez que lo hago no intentara escupir mi garganta. Tampoco estoy aceptando que tenga gripe...


Paréntesis


Cada vez que escribo "gripa" esta cosa lo marca como erróneo, al corregir me pone "gripe", según la página de Bayer también puede ser llamada gripa. Podría poner catarro pero aquello me suena más a término de veterinario. No entremos a fondo sobre ese punto.


...Estoy a un año exacto de la última vez que me vi con la nariz roja, voz ronca, tapabocas  y temor a ser quemada viva por estornudar en publico (herencia de la paranoia por la influenza) Últimamente me burlaba de aquellos débiles que se contagian de una enfermedad tan corriente y sencilla. Si yo me enfermase de algo será un bicho poderoso, no un mal común entre mortales. Hay que aceptarlo, no todos son mortales; algunos ni siquiera existimos.


Perdería todo el glamour si me enfermase de gripe, sin contar que todas las bromas e insultos a los enfermos regresarían a mi como si de karma se tratara, ¡Vaya! alguien dice que eso es el Karma. Estúpida Voz que te encuentras en la onda Zen. De nuevo.


Pero no hay de qué preocuparse, en veinticuatro horas se pasa. Todo por seguir siendo el modelo a seguir de Chicle.

A veces, no siempre, solamente cuando ando desvariando en voz alta me doy cuenta de la increíble influencia que tengo sobre mentes débiles en un mediocre intento de adueñarse de una personalidad que le es atractiva o llamativa, para el caso es lo mismo, donde un solo resultado es posible: Copia.

Es la tercera vez que me siento invadida. No es un sentimiento reconfortante. ¿Quién puede llegar a sentirse satisfecha por despertar tan enfermas tendencias?  Yo no, seguro.

De hecho, precisamente ahora no soy un buen ejemplo, más bien soy un desastre. Me adoro y todo pero hay días en que una pierde todo el glamour, mi piel luce tostada por haberme ido a Puebla donde el sol no mostró clemencia y yo no me cubrí, los anillos en mis dedos parecen más grandes, tengo ojeras sobre las ojeras comunes y una erupción en mi barbilla que parece tener vida propia sin contar mi cabello que se encuentra en su papel de espantapájaros. No debería de preocuparme mucho, pero caray, ¿ya mencioné que soy un desastre?. 

Otra atenuante es que no soy de las que se pasan media hora frente al espejo... no muy seguido. Precisamente este fin de semana me pareció realmente molesto vagar por tiendas en busca de un bolso que se viera decente  en vez de los horribles costales que se están usando de "moda". Mi hermana y yo discutíamos temas más importantes, como ¿porqué mientras más zapatos tienes, más sientes que casi andas descalza? Algo que no me he podido explicar satisfactoriamente.

Lo sé, muy superficial. No debería estar tan cerca del teclado de la lap. 

Tal vez lo más sano y cuerdo sea no prestarle demasiada atención al asunto pero tengo tendencias paranoicas, tal vez esté planeando algo a lo Chapman, tal vez en su horrible bolso con forma de costal y apariencia de los años 60´s lleve un arma y solo espera el pedirme un autógrafo para dispararme a quemarropa. A esto precisamente me refiero.

Juro que no me importaría si no temiera oír mis palabras en sus labios con un espantoso tono fresa y me refiero al tono que se da cuando se tiene algo a medio tragar en la garganta, de hecho creo que mi temor se reduce a la incertidumbre de saber si en un momento inesperado va a escupirme lo que trae atorado en ella. Me pregunto si será un sapo. Ew!!

No suelo ser tan superficial. No debería ser tan superficial. De seguro es una reacción inconsciente cuando me imitan.


¡Shit! No puede ser gripe. No es gripe y mi voz aguarrientosa es sólo un intento de imitar a Waits.


¡Carajo, no puedo enfermarme!

lunes, enero 24, 2011

Lentitud

"Cualquier idiota puede utilizar un cajero automático"

Esa es una verdad absoluta, lo único que le hace falta es detallar cuánto tiempo tarda el idiota en utilizar un cajero. 

¿En mississipis?

1 - 3 mississipis: Insertar la tarjeta por la ranura, aún si el pulso te falla.
4 - 15 mississipis: El cajero lee la tarjeta, puede tardar hasta 30 mississipis si el cajero es del siglo pasado.
16 - 26 mississipis: teclear NIP, suponiendo que el teclado falle, de lo contrario uno se tarda menos de 5 mississipis.
30 - 60 mississipis: seleccionar la opción correcta del menú de menos de 10 opciones, cada opción con menos de 5 palabras y considerando que el idiota en cuestión es un inexperto y jamás se había acercado a un cajero.
61 - 120 mississipis: la duración de la transacción, si a caso el cajero es realmente lento.
121 - 150 mississipis: cerrar sesión en el cajero, incluye la impresión de comprobante.

La transacción se hace en menos de dos minutos, concediendo un margen de error de un minuto extra por si el cajero rechaza la tarjeta da un total de tres minutos máximo. Pero el idiota puede llegar a estar frente al cajero durante 15 minutos, nunca me he podido explicar cómo es que lo logra, quizá es porque durante trece minutos lo estuve insultando mentalmente.




No he comprado agenda. Ustedes se preguntarán ¿y a mi qué?, cierto y tienen derecho de hacerlo. Yo me lo preguntaría si leyera esto en otro blog, pero (siempre hay uno) me veo en la necesidad de hacer ciertos resúmenes que van a verse  en el peligro de leer.

Este fin de semana vi "Cuestión De Honor" con Tom Cruise, Demi Moore, Jack Nicholson y Kevin Bacon para rematar. Hacía años que no la veía y se encontraba entre una de mis favoritas. De hecho lo sigue siendo con la ligera atenuante de que recuerda al que no debe ser nombrado y no, no es Voldemort por si lo pensaban.


Aquello me hizo recordar lo mucho que extraño ciertas cosas de mi vida pasada cuando era joven y mejillas rosadas, aún había ese brillo en los ojos, el brillo de la inocencia y en donde la mejor forma de pasar los domingos era tirada viendo películas... con él.


Mi vida era tranquila, cierto, en un mundo donde no pasaba nada no era aburrido. No me quejo de mi estado actual, me gusta eso de que el tiempo no te alcance, las citas dobles, los meses que se van sin haber hecho la mitad de lo que debí haber hecho (no entremos en detalles en cuanto a esto). 


Es lamentable que a estas alturas no haya pisado un cine, ¿qué pasó con Tron? y ¿El Turista? Ya sé, ya sé, no es tan primordial si sale Angelina Jolie ni tampoco representa un gran merito, pero estamos hablando de que a su lado, en la mayor parte de las escenas si es que no la mayoría sale Johnny Depp, ¿qué se supone que debo hacer, debo ignorar a mi loco favorito solo porque a su lado sale un esqueleto parlante? Si lo veo de ese modo, entonces tal vez se encuentre en su hábitat natural.


Tenía planes de ir a la biblioteca el sábado, ya no quería retrasar mi visita pero algo curioso sucedió. ¡Ah, la fiebre de las citas dobles! y todavía no es primavera, aunque aquello no tenga nada qué ver. El punto, me quedé dormida hasta que mi hermana me marcó diciéndome que ya se encontraba en el punto de reunión. Adiós biblioteca. Adiós fin de semana tranquilo, porque con ella nada es tranquilo. ¡Jebús! me arde la garganta por haberme reído tanto con/de ella. Y aquí acude de nuevo la lista de cosas que no hice pero debí haber hecho.


Creo que lo mejor que puedo hacer en estos casos es mi actividad favorita: leer.

martes, enero 18, 2011

Comunicado

El simple y mero motivo por el que me encuentro tecleando es para hacer publicidad. Simple y barata publicidad, porque no soy en realidad una publicista.

En SON MIS ASUNTOS... OK?? se publicó una convocatoria para hacer algo creativo hasta el 19 de enero en honor al cumpleaños número 202 de Edgar Allan Poe. Mi entrada anterior es mi homenaje el cual entró a dicha convocatoria.

Para mayor referencia y debido a que mi café se enfría, solo dar clic en el link donde se muestra la entrada original de Lobita Nocturna. Espero competencia y si no se habían enterado de mi gran homenaje diríjanse al post anterior.

Fin de la transmisión.

PD1. No cabe duda, como publicista soy excelente pintora. Pase a la ventanilla anterior.

lunes, enero 17, 2011

El Hambriento

Este fin de semana tuvo un resultado interesante.

Me encontraba la mañana del sábado tratando de develar mi falta de sentido común para mis hábitos alimenticios. ¿A quién se le ocurre programar un desayuno a las doce del día con una persona cuya puntualidad no figura entre sus muchos talentos? Pues a mí, claro.

Si a la impuntualidad le agregamos que mis instintos me hacen despertar en el momento en que un molesto rayo de sol matinal se filtra por la ventana (hablo de más o menos de 7:30 a 8:00 de la madrugada) pues como que no me hace muy lista eso de programar mi desayuno a una hora en que ya no es desayuno. A las doce del día mi estomago requería un alimento más sustancial aparte de mi cereal mañanero.

Para distraerme lo que fueron después tres horas de retraso de mi hermana me puse a ver qué me ofrecían los blogueros, me encontré con una convocatoria muy interesante en la cual no había pensado realmente, pero el hambre me ayuda a entrar en un estado alucinado por lo que en mi cabeza se empezaron a formar varios bocetos y como mis únicas opciones eran escribir esas ideas o empezar a mordisquear mi brazo, empecé con lo primero sin olvidarme por completo de lo segundo.

La convocatoria es sobre Poe y su próximo cumpleaños este 19 de enero. 

Antes de leer mi poema, obviamente inspirado por el de El Cuervo deben comprender que en verdad me moría de hambre y para apreciarla en todo su esplendor deben de estar familiarizados con el original el cual pueden leer aquí si es que han sufrido un derrame cerebral y no lo han leído con anterioridad o si ya ha pasado largo tiempo desde su ultima lectura.

Como sea, redobles por favor:

El Hambriento

Una vez, al filo de una aburrida noche,
mientras solo y sobrio alucinaba,
inclinado sobre un grueso e incomodo libro de pasta gruesa,
cabeceando, casi babeando,
oyóse un súbito y fuerte golpe,
como si suavemente derribaran,
derribaran la puerta de mi cuarto.
Es - dije gritando- ¡Es la una de la mañana!
Así empezó todo... y lo demás.

¡Ah! Aquel mal recuerdo de un miserable diciembre.
Envases de botellas vacías esparcidas por el piso
ansioso deseaba una de vino llena,
rogando a los analgésicos dieran tregua a mi dolor,
dolor estomacal por la pérdida de la cena
la única y abundante comida.
Aquí solo me quedé sin comer nada más.

Y el gruñir vago, triste, fuerte de mis intestinos
me llenaban la mente de abundantes maldiciones.
Y ahora aquí, en pie, acallando el gruñir de mi estomago
repito: "es el repartidor, la puerta de mi cuarto queriendo derribar,
algún repartidor de pizzas que llega 30 minutos tarde y quiere cobrar.
Eso es cinismo y nada más"

Ahora mi estomago reclamaba alimento y ya sin titubeos:
"Repartidor- grité-, repartidor en verdad tu paciencia imploro,
más el caso es que tan tarde viniste a tocar,
más bien, a derribar la puerta de mi cuarto
que apenas puedo creer mi puerta intacta"
Y entonces abrí la puerta:
"¡Silencio!" gritó mi vecina y todos los demás.

Espiando por el visor de la puerta permanecí largo rato,
esperando, injuriando, maldiciendo al mortal que osó bromear,
más el perro de enfrente comenzó a ladrar y ni cómo hacerlo callar
y tan solo se me ocurrió que mi hambre me hacia alucinar.
"¿Repartidor?" pregunté en un susurro y el perro devolvió un aullar.
¡Estoy hambriento y el perro me ladra, además!

Volví a mi cuarto, mi hambre toda, toda mi hambre creciendo dentro de mí
no tardé en oír tocar de nuevo con mayor fuerza.
Ciertamente- me dije- ciertamente alguien esta jugando cerca de mi ventana.
Dejad pues que vea quién es el que juega allí, y así pueda retorcerle el cuello.
Dejad que a mi se acerque el embustero y así pueda retorcerle el cuello.
Esto advierto y nada más.

De un golpe abrí la puerta y con suave aroma a queso
entró un gran repartidor de los altos y fornidos,
sin asomos de arrepentimiento y con un semblante fiero,
y con aires de gran señor o más bien, de luchador
fue a pararse en la entrada, en la entrada junto a la puerta.
Esto hizo sin decir algo más.

Entonces este repartidor cambió mis injurias por una sonrisa
con su grave y severo semblante del aspecto en que se revestía.
Aún con tu semblante atemorizante -le dije- no me asustarías
repartidor fuerte y amedrentador, no me amenazarías.
¡Dime ¿qué es lo que argumentarías?!
Y el repartidor dijo: Si te lo dijera ¿inmediatamente me pagarías?
Esto dijo y nada más.

Cuánto me asombró que repartidor tan desmesurado
pudiera reclamar inmediatamente su pago,
aunque poco significaba su exigencia, poco pertinente era
pues no podemos sino concordar que ningún ser humano debe ser estafado
con la exigencia de un pago, un pago que no ha sido ganado
por el repartidor junto a la puerta parado.
No señor, ¡Jamás!

Más el repartidor parado, inmóvil, sereno junto a la puerta
había requerido que en el acto pagara la cuenta.
Nada más dijo entonces, no me daba ni la pizza
y entonces me dije apenas murmurando:
"Otros se han retrasado antes, tal vez me dará una escusa"
Luego el repartidor dijo: Son ciento veinte nada más.

Sobrecogido al romper el silencio tan impertinentes palabras
sin duda- pensé-, sin duda piensa que le voy a pagar. Su aspecto capaz de asustar
debe ser su única arma, solo un semblante adquirido,
no puede ser amenaza en más de un sentido,
es solo un "niño bonito" y no más.

Más el repartidor arrancó de mis deducciones una sonrisa.
Me senté en el viejo sofá frente al repartidor, la puerta y la pizza
y entonces hundiéndome en un hueco del sofá
empecé a pensar en alguna solución en particular,
en alguna excusa que hiciera a este repartidor retrasar
mientras mi hambre aumentaba cada vez más.

En esto pensaba, sentado sin decir palabra frente al repartidor
cuyos ojos me taladraban como si lo hubiese ofendido.
Esto y más pensaba con la cabeza inclinada
mientras solo la televisión se escuchaba.
Mi cena tendría que esperar, ¡Hay! un poco más.

Entonces me pareció que el hombre se impacientaba,
y se acomodó en una posición que amenazaba.
¡Miserable- dije-, tu jefe te ha conferido una entrega.
Una entrega por teléfono solicitada!
Apura, oh apura tus futuras entregas.
Y el repartidor dijo: Supongo que de propina ni un peso más.

¡Profeta -exclamé-, repartidor impuntual!
Profeta si es que no te funciona pizzas entregar.
Por la rapidez del cocinero del que dependemos tu y yo
dime si algo te ha hecho retrasar. Dime, dime, te lo imploro.
Y el repartidor dijo: Fueron solo cuarenta minutos, nada más.

¡Profeta -exclamé- considera otra carrera!
Repartidor ¡No!, seas puntual o impuntual,
por ese aroma que se extiende sobre nosotros
dile a esta alma hambrienta si el ingrediente principal
es anchoas lo que alcanzo a olfatear.
Y el repartidor dijo: Págala o no lo sabrás jamás.

Sean pues esas palabras tu señal de partida
-le grité más que furioso- ¡Vuelve a la pizzería!
No dejes pizza alguna que ha de estar ya fría.
Deja mi hambre intacta. Abandona de mi cuarto la entrada.
Aparta el aroma a queso y la cátsup como aderezo.
Y el repartidor dijo: Usted no cenará otra cosa más.

Y mi cena nunca llegó. Aún sigo esperando una pizza,
una pizza sobre el mantel de la mesa de mi cuarto.
Y los gruñidos que de mi estomago escapan
tienen la semejanza de un demonio contenido.
Y el olor a queso que por la habitación se respira
mi estomago no podrá ignorar por mucho tiempo más.

PD1. Es precisamente por lo anterior por lo que es considerado el desayuno la comida más importante del día, de lo contrario pueden tener resultados similares.

PD2. Si tres horas de retraso no eran suficientes, le agregué una más por no localizar el restaurante de comida china. ¿Nunca se han preguntado si las calles del centro histórico cambian de ubicación? Yo lo empiezo a sospechar.

PD3. La cara de Poe en la imagen es la que pondría si leyera lo que he hecho con su poema.

martes, enero 11, 2011

Pausa

Odio estar en pausa. De nuevo.



Cierro los ojos mientras Nude está en el reproductor y me dispongo a viajar por las ideas en mi mente, todas levitando lentamente en un universo donde las estrellas son ventanas de recuerdos que alumbran las perspectivas que tengo y que tendré.


Ideas, planes, historias, yo dando vueltas, chocando donde un simple sonar hace que todo se mueva en una danza, una hermosa danza pero informe. Hago todo y no hago nada.


Ordenar es la solución, respirar el medio y moverme el inicio. ¡Si tan solo pudiera decidir por dónde comenzar!


Debería estar leyendo, debería estar dibujando, debería estar escribiendo, debería estar durmiendo y ¿dónde me encuentro? 


De nuevo en mi faceta de Lizzie: sentada y medio acostada en la cama escuchando atentamente la melodía. ¿Quién puede resistir Nude?, ¿Quién puede aguantar las ganas de estar en pausa?


Tal vez sea mi ocasión de tomar aire, respirar... ¡No!, la melodía es demasiado hermosa para desperdiciarla de esa manera.


Permiteme darte un consejo: sólo dale play, cierra los ojos y escucha, poco más de cuatro minutos no te matara.


Antes de comenzar es bueno detenerte a escuchar y después respirar.


PD. Una de mis imágenes favoritas. Cortesía de terradreams.de.

domingo, enero 09, 2011

Lo Primero

Ok, acabo de llegar a mi residencia, ni siquiera he deshecho mis maletas, suena A Perfect Circle después de dos semanas reprimiendo mi yo natural. Me porté bien, me la pase bien (dentro de lo que cabe) y en el camino solo pensaba en la tranquilidad que volvería a mi vida y con qué me encuentro...

Lo ultimo que esperaba al llegar a mi domicilio era que mi tranquilidad se viera perturbada, fue como si me hubieran recibido con una bofetada en la cara donde anteriormente había una hermosa y radiante sonrisa (no la de bruja malvada, sino de aquellas bellas sonrisas).

Mi ego está herido, más que herido, es como si lo hubieran pisoteado frente a mí y la sonrisa que normalmente se encuentra en mi rostro (esta vez sí me refiero a la de bruja malvada) se encontrara en la persona de equivocada, es como la humillación que hubiese sentido Emma si Jane Fairfax le hubiera recalcado que de algún modo ella era una mejor persona que Emma, así de humillada me siento.

Obviamente no voy a señalar en qué consiste la humillación porque sería como decir que duermo con pijama color rosa (lo cual, humillantemente hice estas ultimas dos semanas), obviamente Jane Fairfax no sabe la bofetada que me ha dado y no soy tan estúpida como para señalarlo, así que se quedará dentro de los propósitos de año nuevo o promesas/venganzas a cumplir, como sea, ¡Basta de autocompasión!

Disculpen la siguiente bitácora pero no he comprado agenda así que aquí van mis memorias, sé que no les interesa así que pueden saltar al final, no hay problema esto es más para mí, así que sólo dejen un comentario al final y ya.

Recuento mis ultimas dos semanas:

Preparé mis maletas un día antes para no verme en la necesidad de levantarme temprano el 24, tardé en elegir los atuendos más cómodos y sencillos para no llevar tanto maleterio (no tengo una maleta como tal, digo, no es como si planeara un gran viaje), en estas fechas es imposible leer bien con dos sobrinos correteando y gritando todo el tiempo, una Zandunga que te muerde la mano para que juegues con ella, visitas a familiares y quehaceres sin fin por lo que con una mueca en la cara y unas ganas de hacer pucheros mentalmente me decidí a no llevar libro alguno y si tenia alguna oportunidad adquiriría alguna revista.

Sin sorprenderme a mí misma el 24 cambié dos veces de maleta y olvidé mi pijama (razón por la cual tuve que usar una de mi herma quien solo tiene de color rosa, ¿recuerdas la pesadilla de Emily Strange?, así me sentía)

La primer semana pasó sin pena ni gloria, sin contar las ganas de regresar a mi hermosa tranquilidad, anhelaba leer y escribir a mis anchas y me tuve que conformar con un último cuento leído en el año que rondaba mi cabeza.

Para el 31 y  por la salvación de mi alma compré Quo que me mantuvo ocupada mientras tuve la fortuna de llevar a mis sobrinos al parque y mientras ellos correteaban y jugaban me senté tranquilamente a recordar quién era yo en aquellas líneas que me supieron a tequila puro.

Dentro de la salida se presentó la oportunidad de ir a Puebla cosa que no hacía desde hace un par de años. Yo adoro ir a Puebla en estas temporadas por el frío intenso y el cielo inmensamente estrellado. Las horas de carretera son como la cereza del helado; llené mis pulmones de aire fresco aunque me decepcionó el clima que no fue como lo esperaba, supongo que esa es la factura por no unirme a Greenpeace.


En estas dos semanas me encontré con dos amigas que no veía desde hace años, ambas me dijeron que no me veía como antes y me alegro, no me gustaba mucho cuando iba en secundaria. Hicimos la típica promesa de organizar una salida pronto pero aún no me decido si es lo que me gustaría hacer. Supongo que para un fin sin nada interesante qué hacer.

¡Carajo! se me durmió el pie...

Ahora recuerdo cuánto odio que mis palabras se vuelvan contra mí. Compartí cuarto con mi hermana la cual duerme todo lo que yo no. Me encontraba mirando House cuando me gritó:

-¡Esto no es hotel, ya se cerró la puerta del cuarto!

-No me importa- contesté- la puedo abrir.

-Entonces tráeme una cuchara y mi jarabe.

-No puedo, la puerta se cerró.

-La puedes abrir ¿no?

-... ¡Carajo!

Es como si aventaras una granada y tu enemigo osara arrojártela de nuevo para que te estallara en la cara. Creo que debería escribir reglas bélicas para que aquello no vuelva a ocurrir.

Ok, no puedo continuar, las maletas aventadas en el piso de mi cuarto no me dejan concentrar, así que supongo que mi obsesión por el orden aún no esta curada, nada raro puesto que no he intentado curarme. Soy como House, sé que tengo una obsesión, pero así funciono.

PD1. Extrañamente la botella de tequila frente a mí no surtió el efecto esperado y normal, un trago bastó para que decidiera dejarla. Algo anda mal por aquí.

PD2. Este año sólo he recibido un regalo de cumpleaños, pero ¡Qué regalo! Uno de los mejores. Gracias a Frank Churchill.

PD3. ... lo siento, lo olvidé, la maleta café comenzó a gritarme.

miércoles, enero 05, 2011

Ahora Con "f"

Vuelvo a la realidad por solo cinco minutos, y ¿Para qué? se preguntarán ustedes, pues para lo lógico, para quejarme, según mis costumbres quejisticas.

¿Qué carajos hace el sol en MI INVIERNO?

Sé del cambio climatico y que estamos cuasimatando al planeta, que los niveles de contaminación estan elevados y que si tuvieramos la honra de que Danny Colt nos visitara nos mataría a todos por maltratar a su amada ciudad y bla, bla, bla.

Ok, sé que ultimamente no hemos sido muy conscientes y que la humanidad entera merece la llegada de los cuatro jinetes del apocalípsis y el harmageddon, pero si no piensa destruirnos de una vez por todas espero que por lo menos respete mi temporada de fríos intensos y mejillas coloradas.

¡Carajo! firmo mis cartas con un "invierno de 2010" ahora será "infierno de 2011".